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4-2: Nuevo zarpazo a la zona de ascenso

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El Rinconada se reencuentra con la victoria ante el colista en un duelo que sólo se complicó por no tener acierto para cerrar el partido

Partido asequible a priori para el Rinconada en el Nuevo Ramos Yerga ante un San Antonio que llegaba con la vitola de ser el farolillo rojo y el único equipo que aún no ha puntuado en la Segunda Andaluza. Andrés Millán, que no quería confianzas, salía con todo aunque con algunos cambios respecto al choque frente al Paradas. Con Gallardo y José Carlos fuera de la convocatoria, y Braulio en el once en el lugar de Andrades, los blanquiazules hicieron honor a su papel de favoritos y cercaron la meta torrealbense en los primeros minutos. Pronto, en el siete, Molina sacaba un córner cerrado que se envenenaba y se convertía en el primer tanto local, allanando mucho el camino del duelo, en el que el principal temor era que los de Millán se atascara y tardaran en abrir la lata.

Minutos después, Israel marró una clara ocasión de poner el segundo en el electrónico. Era el minuto 18 y los visitantes solo achicaban balones y no existían en ataque. En el 29, Israel no perdonó y anotó el segundo después de una pena máxima señalizada por el trencilla de De Jesús Postigo. Con la tranquilidad en el marcador se llegó al descanso aunque, nada más comenzar el segundo acto, de nuevo desde los once metros por manos de un defensa blanquivioleta, iba a marcar el Rinconada, en este caso por medio de Braulio. Pero poco después, Wiwi acortaba distancias para los visitantes, poniendo el 3-1 cuando quedaban cuarenta minutos por delante.

Fueron los hombres de Andrés Millán quienes imponían su mayor calidad y experiencia y rondaban la meta visitante, aunque el gol no llegaba. Quienes sí vieron puerta fueron los torrealenses que , con veinte minutos por delante se metieron en el partido poniendo el 3-2 y despertando de golpe a los jugadores rinconeros y a sus aficionados que, hasta ese momento, habían tenido un partido muy plácido.

El Rinconada siguió achuchando buscando no tener que llegar al final sufriendo y con una ventaja demasiado exigua que pudiera ocasionarle algún disgusto en el epílogo, pero la tranquilidad llegó de golpe al coliseo rinconero cuando, de nuevo Molina, el mejor del conjunto local, aprovechaba un rechace y anotaba el cuarto, permitía respirar a los suyos y daba la puntilla a un San Antonio Drago que ya no tuvo fuerzas para intentar la machada del empate y acabó doblando la rodilla.

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