Victoria balsámica para el Tres Calles en un partido complejo que se puso muy cuesta arriba y que los rinconeros remontaron a base de casta y fe en sus opciones para sumar su segunda victoria de la temporada y seguir creyendo en sus opciones de salvación, como refería el capitán, Vicente, antes del comienzo del encuentro.

El duelo no empezó bien con un error en la salida del balón que propiciaba un robo de los onubenses que se adelantaban en el marcador para desesperación de José Antonio Ortiz, ‘Colegui’, que se desgañitaba en la banda dando instrucciones a los suyos desde el banquillo. El técnico aprovechó su as en la manga, dando entrada en el campo a Mateo, uno de los jugadores más brillantes de la reciente historia de la entidad que, después de anunciar su retirada, volvía para ayudar a sus compañeros tras llevar varias semanas entrenándose con el equipo.

En una jugada en la que participó Mateo, el balón llegó a Montero que se lo dejó a Waito y éste fusiló a bocajarro poniendo las tablas en el marcador. No obstante, la alegría duró poco, porque un minuto después un lanzamiento lejano cogió a Antonio muy tapado y el arquero, que reaccionó tarde, no pudo evitar el tanto visitante tras tocar el balón el larguero. Pudo ser peor, porque un remate de La Palma superó a Antonio y tocó en los dos palos de la meta rinconera antes de irse fuera.

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Tras el paso por los vestuarios y partido pareció ponerse imposible con el tercer tanto de La Palma, pero ahí emergieron los locales, espoleados por un público que nunca tiró la toalla.

Primero, Waito reforzó la fe de los jugadores y los aficionados; luego Chiqui puso las tablas para delirio de los asistentes y, por último, Diego Cangrejo completó la remontada desatando el delirio entre los rinconeros y dejando en el Agustín Andrade los tres puntos.