Nadie dice que haya sido fácil. De hecho, sí existe tanta expectación y se ha desbordado la ilusión por las calles del municipio es porque el objetivo, que nunca antes en la historia se había conseguido, está más cerca que nunca. El Rinconada tiene pie y medio en Primera Andaluza después de una campaña en la que el equipo ha tenido que sobreponerse a no pocos contratiempos y, ahora mismo, nadie contempla otro escenario que no sea a los hombres de Andrés Millán cantando el alirón.

Y puede ser el próximo domingo a partir de las 11:00 horas, un horario poco habitual que responde a la unificación a la obliga la Federación Sevillana, que exige el mismo horario también al Pilas, que jugará en Los Palacios ante el Mosqueo y que, si no consigue la victoria, siempre que los blanquiazules sumen de tres estarán descartados, y el Cerro, que, a expensas de los ocho minutos que tiene pendientes ante el Bellavista en Hytasa –que está por ver que se reanude y cuando lo hace, algo que tiene muy pendiente a los rinconeros-. Si hubiera reanudación, los cerreños tendrían que marcar dos goles, como mínimo en ocho minutos así como no fallar este domingo en Torreblanca para llegar a la última jornada, en su feudo y ante el Rinconada, con alguna opción.

Pero dos goles en ocho minutos es muy difícil marcar, al igual que los es vencer en Los Caños al Torreblanca y al Mosqueo en Los Palacios. Más asequible parece derrotar al Nervión, líder y mejor equipo del Campeonato, sí, pero lejos de su mejor nivel competitivo al llevar un mes ascendido. Si a ello unimos la gran fiesta de aficionados que abarrotarán las gradas del Nuevo Ramos Yerga y el gen competitivo de la escuadra de Andrés Millán, parece accesible que se dé el objetivo esta semana. Y si hubiera que esperar al día 31, si al final se consigue, pues la espera también merecerá la pena.

Lo que está claro es que los rinconeros, que tienen el hándicap de haber perdido un punto en la clasificación por la aplicación del artículo 76, son ahora mismo los grandes favoritos, que están mentalizados de ello, no desde la óptica de la confianza, sino de la comprensión del reto apasionante que tienen ante sí y la posibilidad de escribir las páginas más brillantes de la historia del Rinconada.

La comunión es más fuerte que nunca entre todos los estamentos del club y la conjura por conseguir el objetivo tiene en vilo a toda una localidad que, el domingo, sin duda, llevará en volandas a sus jugadores a tocar el cielo.