El Club de Gimnasia Rítmica Oso Panda celebra un espectáculo de luces y colores donde el deporte y la danza se fusionan para ensimismar a un abarrotado Centro Cultural de La Villa.

Como cada año, los jóvenes artistas ponen sobre el escenario sus progresos en el club de la mano de su profesor Diego Garrido, que elaboró unas coreografías llenas de sensibilidad y belleza con cada movimiento.

Si el año pasado con Imagina, hicieron que el público se evadiera a un mundo de magia totalmente opuesto realidad; esta edición han decidido emocionarnos rememorando momentos felices de infancia y juventud mediante la representación de los musicales más célebres de la historia. No pudo faltar a la cita el famoso paraguas de Mary Poppins o el tango de Roxanne, entre otros muchos iconos relacionados, que hacían moverse en su silla a los asistentes o lanzar más de una sonrisa ante los recuerdos suscitados.

Como broche final a la noche, las chicas del Oso Panda quisieron galardonar a sus profesores con emotivos momentos, como la elaboración de un video de fotografías o el regalo de un baúl que recalcaba el título del certamen.

En el patio de butacas, donde no se alcanzaba a ver ni un asiento vacío, asistieron como público el delegado de Deportes del Ayuntamiento, José Manuel Romero Campos, y la delegada de Cultura, Raquel Vega, ya que tanto el Patronato como el Ayuntamiento también colaboraron en el evento.