Un solo mensaje en el Fernando Martín: “pensar en depender de nosotros mismos”, en la mente de todo el equipo y de la afición rinconera: “ganar y sólo ganar”. Estas fueron las últimas palabras del técnico rinconero antes del comienzo del encuentro, y los pupilos de Molina cumplieron a la perfección el guión marcado.

Alineación inédita del Soderinsa, pues tanto los nacionales Javier Sánchez y Laura Samaniego, como los británicos Sean Vendy y Jessica Pugh no entraban en la convocatoria por motivos de descanso y principalmente con el objetivo de que toda la plantilla del combinado rinconero se sienta comprometida con los objetivos del Club y enchufados para la recta final de la Fase Regular.

Los dobles mixtos conformados por Juan Manuel Fernández y Mariola Serrano despachaban a José Luis Martín y Helena Sánchez por 21-8 y 21-19, más diferencia de la mostrada en el segundo juego, donde los sevillanos se relajaron demasiado sobre el tapiz.

Antonio Molina volvía a repetir a sus jugadores que era sumamente importante hacer un buen encuentro y dejar a cero el marcador alicantino y con esa premisa saltaron las parejas de dobles masculinos, Rafael Fernández y José Manuel Flores, y la de dobles femeninos, Laura Molina y Marta Molina, que derrotaban 21-12 y 21-9, y 27-25 y 21-4, respectivamente, a Alberto Perals y Carlos Sánchez, y a Helena Sánchez y Ana Ramírez.

Con tres a cero comenzaban los individuales números dos, el masculino a cargo de Alejandro Ramírez y el femenino con la menor de la familia Molina (Marta) sobre la pista. Después de unos comienzos titubeantes Ramírez vencía a José Luis Martín por un cómodo 21-9 y 21-14, mientras que Marta Molina tenía que emplearse a fondo en un segundo juego que siempre tuvo en contra 21-14 y 21-17, demostrando que hoy por hoy es el futuro del cuadro cañamero en compañía de la lesionada Marta Calleja.

Todo estaba saliendo según el guion diseñado por el técnico rinconero y sin descanso saltaron los números unos del Soderinsa, Juan Manuel Fernández y Laura Molina para certificar el 7-0 final, con parciales de 21-9 y 21-3 frente a Carlos Sánchez, y de 21-18 y 21- 11 a la joven promesa Ana Ramírez.

Antonio Molina definía el encuentro de hoy como “un encuentro trampa, donde nuestra necesidad de acumular el mayor número de partidos ganados y la certificación del descenso del cuadro alicantino podía llevarnos a una demasiada relajación y caer en la confianza de que todo estaba hecho antes de empezar el encuentro”. “He visto una plantilla comprometida, trabajadora y solidaria y lo más importante es que hemos dejado nuestro marcador a cero por segunda vez en esta temporada”.