En los presupuestos para el presente 2016, existía una partida de inversiones, pues La Rinconada no renunciaba a seguir modernizándose e invertía trece millones de euros en infraestructuras para permitir, no sólo la dinamización y el vanguardismo del municipio, sino ofrecer una alternativa laboral que incida en la diversificación de la riqueza en forma de oportunidades laborales. En este sentido, cuatro procedían de fondos propios, seis de la Junta de Andalucía y tres de Emasesa. Esta última, inversión externa tenía como objetivo la renovación y mejora del saneamiento del casco histórico de La Rinconada. Como recoge Emasesa en el documento a la Comisión Ejecutiva: “Con motivo de la antigüedad y el mal estado en que se encuentran en la actualidad las redes de abastecimiento y saneamiento de esta zona, se procederá a la sustitución de las mismas”. Además, se va a proceder a la eliminación de las barreras arquitectónicas y la pavimentación y remodelación de algunas de las calles más representativas de la localidad.

Y es que La Rinconada siempre ha tenido clara su apuesta por avanzar para ser cada vez un municipio más moderno, donde se garantice la calidad de vida de su ciudadanía a través del respeto al medio ambiente y el desarrollo de la movilidad sostenible, entre otras cosas, por lo que este proyecto encajaba a la perfección en la idea de desarrollo del equipo de Gobierno.

Recientemente, el alcalde, Javier Fernández, escribía en su muro personal de Facebook que “hemos sacado a concurso las obras de las primera fase de obras en el Casco histórico de La Rinconada. Más de 1,5 millones de euros para sanear las redes de aguas y para embellecer y remodelar las calles históricas del centro del pueblo. En junio y de común acuerdo con los vecinos se iniciarán estas obras”. En este sentido, cabe destacar, que el importe exacto de las obras asciende a 1.516.065, 05 euros que, aunque el valor estimado del contrato es de 2.361.809,20 euros, pues se incluyen partidas para posibles requerimientos de organismos externos, para atender posibles servicios afectados o por diferentes tipos de firme o motivos geotécnicos, como especifica la propia Emasesa.

El desglose presupuestario de esta primera fase contempla un total de 8.266,33 euros para la redacción del proyecto, 1.476.130,75 euros para obra civil, 10.185,30 euros para la supervisión de la obra, 12.404,46 euros para el control de calidad y 9.078,20 para coordinación de seguridad y salud.

El primer objetivo de Emasesa con estas actuaciones es la renovación y mejora del saneamiento del casco histórico que era muy antiguo. Por otro lado, con la intervención se procedía a la eliminación de las barreras arquitectónicas de la zona y a la reactivación del casco histórico con nuevas actividades económicas, sociales y lúdicas.

Junto a ello el proyecto de remodelación que, como destaca el responsable municipal de Urbanismo, Francisco Manuel Díez, “nace de un proyecto global en el que se ha tenido en cuenta a los residentes, la entrada y salida de vehículos públicos y de emergencias y el establecimiento de zonas de 10 y 20 kilómetros por hora”.

En lo que a plazos se refiere, en la actualidad, como adelantaba Fernández, se ha sacado el proyecto a concurso tras lo que se procederá a la licitación y adjudicación de las obras, lo que se extenderá durante un plazo que no excederá de la primera quincena de junio, fecha en la que está previsto comiencen las obras de la primera fase de actuación, que se prolongarán por un periodo de ocho meses aproximadamente.

Las calles en las que se actuará durante la primera fase serán Cruz de Alcalá, Julia Palomo, Rosal, Amargura, Jesús Nazareno (con el callejón), Pedro Criado, Plaza de España y Cervantes.

Como destaca Javier Fernández, “se trata de un proyecto muy importante, no sólo por el montante económico y el importante salto cualitativo que ofrece a esta zona de La Rinconada, que también, sino porque permite una mayor calidad y prestación en los servicios a la ciudadanía, así como una mayor modernidad respetando y protegiendo nuestro casco histórico”. Además, insiste el primer edil, “este proyecto ha cuidado al máximo los detalles, buscando el consenso con los vecinos de la zona, haciendo un pormenorizado estudio del paso de vehículos por cada una de las calles, posibles alternativas viarias, paso de los servicios públicos y los de emergencia, restricción de velocidad y diferentes contratiempos que pudieran ocasionar las obras durante su ejecución en su vida diaria”.

La segunda fase completará una nueva realidad en el casco antiguo rinconero

Las obras que va a llevar a cabo Emasesa y que van a permitir la remodelación del centro histórico de La Rinconada se van a dividir en dos fases. Si la primera está pendiente de adjudicación y licitación para que comiencen las obras, la segunda está pendiente de tomar forma con la redacción del proyecto antes de seguir el mismo camino que la que ahora se ha sacado a concurso. En principio, las obras comenzarán en el mes de junio de 2017 con un montante similar a la primera, esto es, con un presupuesto cercano al millón y medio de euros más IVA, aunque el valor estimado se conocerá una vez redactado el proyecto.

El alcade, Javier Fernández, destaca la importancia de sectorizar las actuaciones en dos fases por “los condicionamientos técnicos de la misma, que necesitan dejar calles operativas para alterar lo mínimo posible el día a día de la ciudadanía y que permitan una rápida actuación en caso de necesidad”. Al respecto, el primer edil reconoció que “todas las obras generan algunas incomodidades a las personas que tienen que convivir con ellas, pero el resultado final hace que los pequeños contratiempos merezcan la pena”.

Las calles sobre las que se actuará en la segunda fase serán Maestro Morillo de los Ríos, Madre Teresa, Laguna, Aire, Sevilla, Plaza Rodríguez Montes y Plaza del Mentidero. El delegado de Urbanismo del Consistorio, Francisco Manuel Díez, insistió en el arduo trabajo de planificación que ha llevado a cabo Emasesa con los técnicos del área de Urbanismo para alterar el mínimo posible el día a día de los vecinos de la zona. Por su parte, el responsable municipal de Vía Pública, José Manuel Romero Campos, se refirió a la zona del municipio en la que se llevan las actuaciones en cuestión, para enfatizar la dificultad existente y los diferentes aspectos que se han tenido que tener en cuenta: “No podemos olvidar que la zona en la que se llevan a cabo las actuaciones son enclaves fundamentales en la celebración de la Semana Santa, las actividades navideñas, el carnaval, el Corpus, las fiestas de mayo de la Salud, las comuniones o las fiestas patronales, lo que nos ha obligado a tener que planificar hasta el más mínimo detalle”.

Los vecinos y vecinas de la zona respaldan un proyecto que valoran como “un impulso a la zona”

El Ayuntamiento de La Rinconada ha tenido muy presente la opinión de los vecinos y vecinas del casco histórico de La Rinconada antes de poner en marcha el proyecto para la remodelación. No obstante, como destaca el alcalde, Javier Fernández, “toda obra conlleva una serie de contratiempos que tiene que sufrir quienes viven en la zona y por eso desde el Consistorio queríamos trasladarle de forma pormenorizada lo que pretendíamos hacer para conocer su opinión al respecto y contar con su aprobación y respaldo para dar comienzo a las obras”.

Así, se han desarrollado dos reuniones en las que, además del propio Fernández, han estado presentes los responsables municipales de Urbanismo, Francisco Manuel Díez, y Vía Pública, José Manuel Romero Campos.

El primero de los encuentros vecinales fue con los afectados por el conjunto de las obras. Desde el Consistorio se explicó el proyecto en líneas generales para que se hicieran una idea de las obras que había que llevar a cabo y el resultado final de las mismas. La segunda, con los vecinos afectados por las obras de la primera fase, fue mucho más detallada, trasladando los diferentes pasos que se van a dar para acometer la renovación de la red de abastecimiento y saneamiento y para proceder a la pavimentación y peatonalización posterior.

En ambas citas, la actitud de la ciudadanía fue muy receptiva y la valoración en conjunto del proyecto muy positiva. Como destaca el edil de Urbanismo, Francisco Manuel Díez, “la ciudadanía es consciente del importante efecto modernizador de peatonalizar el casco histórico y su incidencia en la mejora de la calidad de vida de los vecinos de la zona, por lo que aceptan los contratiempos que suponen las obras, sabedores de que el resultado compensará con creces las molestias ocasionadas”.

Por último, el responsable de Vía Pública municipal, José Manuel Romero Campos, se refirió a las modificaciones que se han venido realizando desde el proyecto inicial. “Valoramos este proyecto, pero también el alcanzar un consenso con los vecinos y vecinas de la zona que han aportado sugerencias, nos han trasladado sus inquietudes y hemos tratado de incorporar sus aportaciones a la ejecución de las obras causar los menores inconvenientes posibles”.