La verdad es que no se conoce mucho sobre el rival. En esta segunda fase, el último match ball para lograr el ascenso a categoría nacional, el objetivo de los pupilos de Angelu Hernández, sólo se sabía que era a partido único y que, junto a los rinconeros, estaba el Lucena y el Índalo, de Almería. Visto el sorteo, el San José es afortunado. Hubiese sido peor recibir a los lucentinos y tener que pegarse la paliza hasta el poniente andaluz. Por ello, el sorteo ya invita al optimismo. Y la victoria, 30-36 en tierras cordobesas ayuda a encarar, plenos de moral, el que será el último partido de la temporada.

Parece un poco injusto que el trabajo de toda una temporada se dirima en un partido. Que la temporada se enmarque como única si se logra la victoria, y que se guarde en un cajón si se pierde aunque, en este caso, conforme avance el tiempo empezarán a verse los logros conseguidos este ejercicio.

Por ello, el próximo 8 de mayo en el Fernando Martín, los rinconeros se dejarán el alma, ante su gente, la que ha estado toda la campaña y los que se sumen para la ocasión, porque todos tienen cabida y todos pueden empujar para ganar al Índalo, que lleva el nombre de uno de los símbolos almerienses. El Índalo es una figura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre que se encuentra en la cueva de los Letreros, situada en la falda del Maimón, en el municipio de Vélez-Blanco (Almería, Andalucía), España. Representa a una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos, si bien su significado no ha sido aún esclarecido de forma definitiva existiendo también varias teorías que apuntan a cierta divinidad en el dibujo.

Antes, para abrir boca, este fin de semana hay Copa Federación. También en casa. Para ir entrenando…