Gijón RC fue el equipo invitado no sólo para la disputa de un brillante encuentro, sino también para ofrecer clases magistrales a los canteranos de La Estación y para disfrutar de un apoteósico tercer tiempo
“El rugby es otra cosa”. La
frase, repetida por diferentes representantes de diversas modalidades
deportivas de la localidad, ha calado hondo en la localidad con motivo de la
celebración del III Villa de
La
Rinconada
de Rugby, un evento organizado por La Estación y que contó con
la visita del Gijón RC, que no sólo vino a disfrutar de este noble deporte,
sino que desarrolló otras actividades para los jóvenes valores de la localidad,
como una Máster Class en la matinal del día del evento en el que distintos
jugadores del Gijón –algunos de ellos llegados de lugares tan remotos y con
tanta tradición de rugby como el Pacífico Sur-. Así, no sólo se realizaron
diferentes ejercicios para mejorar la técnica en este deporte, sino que también
hubo una parte de compartir experiencias acerca del rugby en las que
predominaron los valores de integración que implica entre quienes lo practican.
Como broche final, uno de los jugadores gijoneses se marcó una ‘Haka’ que
permitió el disfrute de los presentes.
La Estación Rugby Club
no dejó un solo detalle al azar y gracias a la ayuda del Patronato de Deportes,
Supeco, Cañaveral, Antonio Artacho y Emasesa, organizaron un evento de altura
que no sólo hizo las delicias de todos los participantes y espectadores, sino
que contribuyó a la difusión del rugby entre los jóvenes valores del municipio,
fomentando su participación y su conocimiento en la localidad.
Tras la bonita experiencia de la Máster Class, llegó el plato
fuerte con la disputa del encuentro, dividido en tres partes de 25 minutos,
dadas las altas temperaturas imperantes en el césped artificial, que superaban
los treinta grados. El conjunto local, que combinó en la alineación a jugadores
noveles con otros más veteranos y experimentados, salió excesivamente dormido y
pronto se encontró con dos ensayos asturianos en contra. Sin embargo, poco a
poco comenzó a entonarse y a competir de igual a igual ante un rival más
experimentado, recortando distancias en el segundo acto y dejando para el
tercero toda la pasión por el resultado. Al final, los asturianos se llevaron
la victoria por 29-55.
Tras el encuentro, como es
tradición en el rugby, ambos equipos se convirtieron en uno para disfrutar de
una fiesta conjunta en la que la convivencia volvió a mostrar el camino a otras
modalidades de lo que debe ser el deporte y sus valores. Durante el tercer
tiempo, se entregaron distintos trofeos a Cañaveral, por su compromiso con el
rugby local, al técnico de
La
Estación
, David Garrido, al Patronato de Deportes por su ayuda
a la entidad y al Gijón Rugby Club, por su visita y el fomento de este deporte
por toda España.
Además, el club visitante
reconoció a Gabri como mejor jugador local, entregándole un queso de cabrales y
una botella de orujo, mientras que
La Estación reconoció a Aitor como mejor jugador
asturiano entregándole un jamón.
El delegado de Deportes del
Ayuntamiento, José Manuel Romero Campos, que participó en la entrega de
trofeos, destacó que “el deporte en
general es beneficioso para todas las personas que lo practican, bien porque te
hace sentir mejor físicamente llevando un hábito de vida saludable, pero
también por los valores que te inculca y por forjarte como persona. Ha podido vivir
en directo que el rugby es una de las disciplinas deportivas que más valores
trasmiten y que crea y refuerza vínculos entre amigos, padres e hijos. Eso
ha ocurrido en el partido jugado entre
los equipos de
La Estación
y el Gijón: integración, complicidad, diversión, respeto, solidaridad,
disciplina, pasión y, sobre todo, algo que pone de manifiesto todo esto, una
gran familia formada con los valores del Rugby. Gracias a todos por hacerme
participe de esta vivencia. Nuestra sociedad seria mucho mejor si practicaran rugby”.
Por último, el presidente de La Estación, Elio Centeno,
quiso agradecer el esfuerzo a todos los presentes, con especial énfasis en los
patrocinadores, familiares y al Gijón Rugby Club. Centeno se refirió también al
Patronato de Deportes, al que agradeció su ayuda, “no sólo económica, sino en
todos los aspectos, reconociendo el ahorro que supone para el club el utilizar
unas instalaciones deportivas que costarías en alquiler al año más de 7.000
euros”.