Épico triunfo del San José en el Antonio Puerta de Nervión para rubricar, en el último momento y pleno de emoción, su pase a la nueva categoría, la División de Honor, a la que no llegar era como descender, pero como a todo el mundo le gusta una celebración, pues se vitorea como un ascenso.

Lo que está claro es que con los tres puntos en Piscinas Sevilla, la escuadra cañamera salva una temporada por momento brillante y, en otros tantos, con más sombras que luces. Todo ello había desembocado en un duelo fratricida. Sólo valía ganar al Nervión, que si perdía se quedaba a las puertas de la nueva categoría, a pesar de haber estado en los puestos que daban acceso a ella durante todo el ejercicio.

Maldonado tenía muchas bajas. No estaba Luismi , ni Barriga. Faltaba Jairo. Tocaba formar una defensa con Mimi en el lateral, donde sólo ha jugado ratitos esta campaña, Loren y Pablo como centrales, y Varona ayudando a Sosa en la medular con Andrés, que sí participaba en el último choque, más liberado. Arriba, Joaquín daba la alternativa a Lobo y Plusco, con Saborido esperando su oportunidad en el banco.

Nada más comenzar, Kuba veía la amarilla por una entrada muy dura sobre Joaquín. Parecía que el onubense Gómez Sayago no iba a dejar pasar ni una para que el choque no se le fuera de las manos. Nada más lejos de la realidad. Demasiado permisivo, desentendiéndose de la polémica y llevando la mano al bolsillo solo cuando no tenía otro remedio.

Desde el inicio el San José dejó claro que iba a por el partido. Mordía en cada balón dividido, sabía que sólo le valía ganar y estaba dispuesto a ir a por el triunfo. El hecho de que cesara la lluvia que había caído durante toda la madrugada también ayudó a los azulinos –que iban de rojo-. El Nervión perdía tiempo desde el primer minuto, dando por bueno el empate. Y, aunque bien es cierto que no abundaban las ocasiones claras, la sensación que daba el San José era de estar muy tranquilo atrás y de poder encontrar algo en ataque. Y ocurrió en el 27, cuando un rechace le cayó a Sosa en la frontal, que sacó un derechazo ajustado imparable para Javi. 0-1 y los cañameros División de Honor.

Pero quedaba mucha tela por cortar. Ya antes del descanso hubo algunos acercamientos, pero el trencilla indicó el descanso antes de que el Nervión pudiera poner en aprietos más serios a un concienciado Iván. Al descanso la defensa estaba a gran altura, al igual que la medular, mientras los delanteros inquietaban.

La segunda parte comenzó con un San José más atrás, renunciando a su juego de los primeros minutos y cediendo la pelota y el campo a su rival, que se acercaba sin mayor peligro, pero rondaba la meta cañamera. En el 59, una faltita señalizada por Gómez Sayago, más permisivo con los locales que con los azulinos, sirvió a los de Antonio Rueda para empatar. Roberto la puso templadita y Sergio metió la cabeza despistando a Iván, que hizo la estatua. El cambio de Saborido por Joaquín antes de la ejecución tampoco ayudó a la concentración de la defensa cañamera.

Afortunadamente, en la jugada prácticamente posterior, tras un error de entendimiento entre la defensa capitalina y el arquero local, Saborido volvió a adelantar al San José y, por ende, a meter a los azulinos en División de Honor. Acaba de entrar al campo. Pero, de nuevo, con media hora por delante, el San José dio un paso atrás, dando la iniciativa al Nervión y relegando su ataque a las contras. En una de éstas, en el 79, Plusco recibió un balón para encarar a Javi en el uno contra uno. Pero el delantero se durmió y perdió la pelota. Pudo ser y, de hecho, fue mucho peor, porque la contra vertiginosa del Nervión acabó en un pase a la cabeza de Roberto, que definió con maestría ante Iván, devolvió las tablas al marcador y arrebató la nueva categoría a los de Maldonado.

Lamentable la actitud del técnico local, Antonio Rueda, invadiendo el campo, lanzando balones cuando el partido estaba en juego. Antideportividad que el colegiado castigó con la expulsión. Pero los jugadores del Nervión parecían que sufrían a un francotirador de la grada. No dejaban de tirarse para arañar segundo al crono, ante un San José, por momentos, desbordado, que pudo encajar el tercero en un balón franco que Ismael mandó por encima de la meta de Iván.

La llama de la esperanza cañamera se apagaba sin remisión cuando el partido entraba en el alargue. Ahí aparecía Alvi que, tras un rechace, controlaba en campo local, avanzaba por la derecha y ponía un centro medido al segundo palo para que Plusco, el villano de la jugada previa al empate a dos, se convirtiera en héroe metiendo la cabeza empujando la temporada del San José a División de honor con un gol que desataba los ánimos en la grada. “¡Con la mano!, gritaban los aficionados del Nervión, impotentes ante el vuelco que daba el partido”. Y en éstas, una aficionada cañamera que invadía el campo con la bufanda azulina y cogía el balón para que no se siguiera jugando. Exceso de tensión en algunos jugadores del Nervión por arrebatarle la pelota y la tángana servida con empujones por ambos bandos y el trencilla que resolvió por la calle del medio, con una roja para Pablo y otra para Sergio. Antes ya la habían visto, en el banquillo, Martos, Nene, y el propio Antonio Rueda.

Iba a quedar descuento, en torno a doce minutos que añadió Gómez Sayago, aunque lo único reseñable en ellos, aparte de la tensión y la emoción, fue una ocasión clarísima en el 100 para Lobo que, tras recibir de Plusco y regatear al portero, remató por encima de la meta nervionense. Al final, en el 103, Gómez Sayago decretó el final y los cañameros celebraron por todo lo alto la gesta conseguida que les permitirá estar en División de Honor la próxima campaña. Sufriendo, como toda la temporada, pero bien es cierto que una victoria así, sabe mucho mejor. Enhorabuena.