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El Rinconada cierra con un empate ante el Gilena una temporada que prometía mucho al inicio y que ha terminado con decepción
Cantaba Joaquín Sabina aquello de “mucho ruido y al final, por fin el fin”. Esa fue la sensación generalizada en el Nuevo Ramos Yerga coincidiendo con la conclusión de la temporada en un partido sin historia ni nada en juego y con el que los blanquiazules echaban el telón a un decepcionante ejercicio en el que partieron con la obligación de ascender a Primera Andaluza sin renunciar a llegar directamente como campeones a División de Honor, y que ha terminado con el equipo en el pelotón de cola, sin opciones y condenado a permanecer en una Segunda Andaluza en el que el año que viene tendrán como compañeros de viaje a equipos como Ibarburu, Cazalla, Villaverde, Arahelense, Herrera o San Jerónimo, entre otros.
Quizás lo más destacado del
choque fue el homenaje que el club brindó en su despedida a Perales, el gran
capitán rinconero, homenajeado por el club y
Una vez el balón estuvo rodando, el choque fue el típico de final de temporada, con excesiva relajación entre ambos contendientes y poca emoción. Ismael adelantó al Rinconada en el 38, después de un pase de Mario. En el último suspiro del primer acto, con el trencilla indicando el camino de los vestuarios, el Gilena empató y luego, en el primer tramo de la segunda mitad, cobró ventaja en un marcador que igualó finalmente Joserra.
Ahora toca analizar la situación y sentar las bases para que no se repita lo de esta temporada.