El San José sumó su segunda victoria del campeonato de División de Honor, la primera en casa, para quedarse con un aseado 7 de 12 puntos posibles antes de viajar a Rota la próxima semana.

El choque, que se disputó en el Anexo, fue muy complejo para los de Dioni Arroyo, que no pudieron sacar rendimiento a su juego combinativo ante las reducidas dimensiones del terreno de juego. De primera, los de Juanmi Puentenueva salieron a presionar muy arriba, con solidaridad en sus futbolistas, que ahogaban la salida de balón cañamera y creaban peligro a la zaga, donde Lolo tiraba de galones para mantener a flore a los azulinos. En una de éstas, Nino quiso entregar a Mario, pero se le quedó corto el envío y Pedraza se encontró el balón dentro del área para batir a Linares en el mano a mno, pero disparó al muñeco. Otro despiste defensivo como el de la semana anterior en San Juan del que los azulinos salieron airosos.

A partir de ese momento despertaron y se fueron en busca de la meta de Cristina. Campos probó fortuna desde fuera del área, pero su remate a la cepa del poste lo desvió a córner el arquero.

Aunque había mucha intensidad, las ocasiones eran escasas, aunque la noticia llegó en el 30, con la lesión de Lolo, que sufrió un pinchazo en la parte posterior del muslo y tuvo que retirarse. Dani Romero le sustituyó y cuajó un excelente partido, posiblemente el mejor desde su llegada al primer equipo del San José. Con el relevo, los cordobeses apuraron para tratar de acercarse a Linares. Un remate fuera fue su bagaje.

Al filo del descanso, un córner botado por Marcos lo cabeceó Ernesto y la pelota se marchó por poco cuando ya se cantaba el gol en l banquillo azulino.

En la segunda parte se cambiaron los papeles, con presión asfixiante arriba de los de Dioni Arroyo y primera ocasión clara para los visitantes, que acabó fuera por poco. Los cañameros tenían más la pelota y ponían más interés en llegar a los dominios de Cristian, pero el Salerm no renunciaba a los tres puntos y con Maero y Buba arriba ponían en aprietos a la defensa. Sin embargo, tras moverse los banquillos el gol seguía sin llegar y el fantasma del cerocerismo sobrevolaba el Anexo cuando Nino se la dio a Jesús Corriente, éste filtró el pase entre dos contrarios para Plusco que remató en semifallo dejando el balón a Santi Martínez, el último en entrar al campo que, en el mano a mano, batía a Cristian y desataba la locura entre los aficionados azulinos.

Un minuto después, en una contra de Jesús Corriente el ex canterano del Sevilla pudo anotar el segundo, pero su disparo se fue fuera por poco. El cuadro cordobés trató de buscar una opción durante el alargue, pero el marcador ya no se movería dejando los primeros puntos como locales a los cañameros, que se sitúan en la zona media alta de la tabla.