El Sevilla logró una trabajada victoria ante el Olympique de Lyon en el partido correspondiente a la segunda jornada de la Europa Youth League, que este año tiene como escenario, en sus partidos como local, el estadio Felipe del Valle, que vivió una fiesta del deporte con la celebración del encuentro.

En el palco, el alcalde, Javier Fernández, junto a Pepe Castro, presidente sevillista, y el delegado de Deportes, José Manuel Romero Campos. Alrededor, numerosos hinchas, muchos de ellos ataviados con pancartas y bufandas sevillistas. Otros, aficionados al fútbol, querían disfrutar del espectáculo.

Numerosos medios de comunicación, cámaras grabando en directo y la redio del club retransmitiendo en directo. Sobre el césped, el guió se rompió pronto, en el minuto 6, cuando los galos se adelantaron gracias a un penalti transformado por Aouar.

Los sevillistas lo intentaron, pero el mayor poderío físico de los visitantes les hacía jugar en posiciones muy retrasadas. Pero con el paso de los minutos se fueron sacudiendo ese dominio y acercándose a la portería francesa. Y tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse, lo que ocurría en el 34, cuando Mena recogía un rechace para devolver las tablas al marcador.

En la segunda mitad, los sevillistas pusieron más fe en llevarse la victoria y, con ello, los puntos. En el 80, tras un polémico penalti, Mena pudo dar ventaja a los locales, pero el cancerbero adivinó el lanzamiento y la mandó a córner.

Cuando el partido parecía condenado al empate, igual que el duelo inaugura ante la Juventus, en el que el Sevilla recibió el varapalo de un tanto en contra, en esta ocasión la suerte se pudo de lado de los del Sánchez Pizjuán. Un centro desde la derecha lo remató Álvaro González superando al portero. El balón tocó el larguero y botó dentró desatando la alegría en el césped, la pasión en el banquillo y la locura en las gradas. Era el minuto 90 y el Sevilla amarraba una victoria complicada que le deja con tres puntos en la clasificación.