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La familia Espinar, dos generaciones de futbolistas que siguen los mismos pasos

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Manuel Espinar, el padre, espera que Mario y José lleguen más alto que él y jueguen en el Sevilla

Manolito Espinar se formó en la cantera del Sevilla. Llegó a militar hasta en el primer filial y luego tuvo que emigrar para buscarse la vida como futbolista. Mairena, Palma del Río, Utrera, Écija, Isla Cristina, San José y Rinconada fueron sus destinos antes de colgar definitivamente las botas. En su trayectoria, además de innumerables encuentros con las casacas cañamera y rinconera, guarda una curiosa anécdota, ya que fue integrante del equipo del Isla Cristina que eliminó de la Copa del Rey al Sevilla de sus amores, pocos años antes de la metamorfosis del equipo de Nervión que le ha llevado a ser uno de los más grandes de Europa. “En aquel momento, aunque fuera sevillista fue una inmensa alegría, porque lo que conseguimos tenía mucho mérito, era eliminar al Sevilla”.

Sus hijos, siguen sus pasos. Aunque empezaron en el Rinconada y luego pasaron al San José. Pero su evolución no pasó desapercibida para los ojeadores del Sevilla, que los reclutaron para el cuadro del Sánchez Pizjuán cuando eran infantiles y ahí han seguido creciendo hasta estar entrenándose ambos en el equipo de División de Honor.

Mario viene jugando habitualmente en el equipo de Liga Nacional, que es el que le corresponde para su edad, pero José, a pesar de tener la misma edad, es un fijo en la medular del conjunto de Agustín López, con el que ha disputado la Youth League, que se ha jugado en el Felipe del Valle de La Rinconada. “Eso para mí ha sido lo más grande, una competición tan importante y jugarla en mi casa, con mis amigos en la grada, es una sensación indescriptible”.

Ambos son muy serios y tienen claro que el fútbol es para ellos algo muy importante y de hecho, como ellos mismos dicen, “nos lo tomamos como nuestro trabajo”. Eso sí, además de eso estudian, aunque su sueño es llegar al primer equipo. Como destaca Mario, “es algo muy difícil pero trabajamos duro para conseguirlo, para que, por nosotros no quede intentarlo”.

Como destaca su padre, “ojalá puedan vivir del fútbol, si no en el Sevilla en otro sitio, pero que lo consigan, porque es lo que ellos quieren y se lo están currando”.

José es mediocentro y Mario central y ambos se caracterizan por ser jugadores de garra no exentos de técnica. Toda la suerte para ellos. Porque los sueños se cumplen.

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