La novela histórica es protagonista de la XI Estación de las Letras, que celebra por primera vez un ciclo dedicado a este género, en auge en las últimas décadas, con nombres de la talla de José Calvo Poyato, Susana Martín Gijón, Nerea Riesco, Manuel Jesús Roldán y Antonio Fuentes. Autores y autoras de novela histórica que la entienden y practican desde diferentes puntos de vista: desde el rigor, se sirven de la historia como pretexto para crear sus propias tramas; como escenario de un thriller, a modo de recuperación de la memoria o como interpretación de lo que pudo haber sido. Así, los participantes de este ciclo, que está coordinado por el escritor Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968) —ganador del Premio Andalucía de la Crítica en 2013 por El escalador congelado—, están visitando los distintos IES de La Rinconada para explicar a los jóvenes cómo realizan su particular ‘Radiografía del Tiempo’.

El primero de esos encuentros ha tenido lugar en el IES Miguel de Mañara y ha contado con los escritores Manuel Jesús Roldán y Nerea Riesco, una tertulia literaria dirigida por Gutiérrez Solís.

La I Teniente de Alcalde y delegada de Cultura, Raquel Vega, ha dado la bienvenida tanto a autores como a público joven y ha explicado que Estación de las Letras es “un programa que intenta acercar los libros y la literatura a mucha gente, sobre todo a la juventud, para que no leáis por obligación, sino despertar la curiosidad por la lectura. Conocer un libro hablando con sus creadores y creadoras os da una forma distinta de ver su obra y es muy enriquecedor”. También ha señalado que ‘Radiografía del tiempo’, como se llama este Ciclo de Novela Histórica, “es un viaje que nos permite profundizar en el pasado, conocer otros lugares, personajes, intrigas… y que mejor forma de hacerlo que con Nerea, Salvador y Manuel Jesús”.

Salvador Gutiérrez ha referido que ambos autores son “referencia en el dominio de la historia y su incorporación a la ficción. Ese complemento equilibrado, entre historia y ficción hace que este género, desde hace unos 40 años, sea de los más demandados por el público”.

De Manuel Jesús Roldán ha mencionado que siempre ha estado vinculado a la divulgación artística e histórica. En su último libro ‘Cara de ángel’, que es su primera novela de ficción, “consigue algo que la novela histórica logra a veces que es que poner el foco en un rincón oscuro del pasado, en este caso Luisa Roldán, La Roldana, que fue una maravillosa escultura sevillana que sin su libro seguiría en la sombra, pensaríamos en su padre y no sabríamos de su dimensión”.  

En cuanto a Nerea Riesco “tiene una trayectoria formidable en narrativa. Ha sabido combinar la ficción con el rigor histórico en varias de sus novelas, creando situaciones y ambientes que han conseguido mostrarnos cómo era la sociedad, cómo era una parte de nuestra historia pasada”.

Así, Gutiérrez Solís ha preguntado a ambos escritores qué debe tener una novela histórica para conectar con el lector.

Para Riesco es “fundamental que la historia te mantenga entretenido, pero también te permita el aprendizaje. A veces recuperamos a personajes que si contamos su vida como tal no resultan muy interesantes, pero si empezamos a buscar lo que llamo el tensiómetro, con subidas y bajadas, dramas, amores… que es de lo que está hecha la vida, esos puntos culminantes, esas colinas para tensar o esos valles para descansar y hacer descripciones, mantienes el interés por la historia. El leer novela histórica no es saber sobre Napoleón sino saber lo que se cocinaba en la época de Napoleón”.

“Desde el de divulgación histórica a mí me daba mucho respeto trasladar los hechos a una novela. La historia está basada en el dato y esquemas, que hacen que sepamos nombres de batallas, de reyes, pero no hurgamos en el alma de Isabel la Católica, por ejemplo. Una novela histórica debe tener esa base histórica y luego hacer una recreación literaria. Partir de una base clara, real, no inventada y recrearlo de forma que nos metamos en la piel de personajes que nos hubiera gustado conocer”, ha explicado Roldán.

La novela histórica para entender el presente

Otro de los temas tratados ha sido si este género permite entender mejor el presente. El autor de ‘Cara de ángel’ ha referido que la virtud del conocimiento es saber depurarlo y dejar tres o cuatro elementos que contextualicen. “Una novela se escribe desde nuestro presente, aunque tenga que volver al pasado. Así, la forma de hablar del siglo XVII no puedo recrearla porque haríamos una novela farragosa, tengo que jugar con ambos conceptos, es difícil ese equilibrio, esa es una de las grandes dificultades. Nuestro presente se conoce conociendo ese pasado, tengo que hacer un ejercicio de introspección, me transformo en una mujer del diecisiete, en un contexto masculino, marginada en algunos aspectos, pero no puedo aplicar mis criterios de hoy en día. Cuando me preguntan si Luisa Roldán era feminista, siempre contesto que eso es un contexto no aplicable a ese siglo”.

Para la escritora de ‘La ciudad bajo la luna’ la historia se repite una y otra vez, “cuando escribía ‘Los lunes en el Ritz’ ambientado en los años 20, en España estaban Las Sin Sombrero, jugadoras de fútbol, toreras… era una época muy interesante. Se hablaba de poner letra al himno español, de que Colón tal vez fuese catalán…  podemos escribir del pasado y encontraremos algún hecho histórico que se parece mucho a lo que encontramos en los informativos”.

Las licencias literarias

Los escritores han explicado al alumnado de Miguel de Mañara qué son las licencias literarias a la hora de escribir una novela de este tipo. Manuel Jesús Roldán ha puesto de ejemplo un personaje que aparece en su novela, una esclava que según documentación de la época compró La Roldana y su marido. La esclava tuvo un hijo y once meses después la vendieron. “La licencia es recrear que pudo pasar ahí. Lo primero que se te ocurre es que el marido la dejó embarazada, o si ese niño que nace era mulato, blanco o negro, es una parte histórica que no tiene solución”.

Por su parte Nerea Riesco ha contado que se suelen poner notas de la autora para explicar las licencias que se toma y que el lector lo entienda.

“No se puede buscar ese milímetro porque es creación literaria, que no se nos olvide, estamos inventando y ahí cabe esa licencia histórica”, ha apuntado Roldán.

¿Qué personaje o época merece una buena novela?

Salvador Gutiérrez también les ha planteado la cuestión de qué personaje o época mercería una novela, según el criterio de ambos autores.

En su libro ‘Historia del arte con nombre de mujer’ el historiador Manuel Jesús Roldán reconstruye la Historia del Arte siguiendo el orillado rastro de las creadoras que en todas las épocas y por todos los continentes hicieron verdadero arte. “Creo que cualquiera de las pintoras y escultoras que aparecen en ese libro merecen una novela, todas se encontraron con un contexto difícil y hay gente con vidas apasionantes”, ha señalado el escritor.

“Arsinoe, hermana de Cleopatra fue una mujer muy interesante que acabó siendo asesinada por su famosa hermana, ese personaje merece una historia. Cuando veo un cuadro enorme con un montón de personajes y en el fondo veo a esa chica labrando el campo, pues esa chica es la que me gustaría contar en la novela, la del fondo, esa historia es la que me interesa”, ha dicho Nerea.

También el alumnado ha preguntado a los escritores acerca de su profesión, libros que recomiendan o desde qué fecha se considera novela histórica. Mientras que para Roldán todo momento que ha pasado es histórico, Riesco ha explicado que para las editoriales “todo lo anterior a la Primera Guerra Mundial es historia, en adelante se consideraba novela contemporánea. Hay quien dice que solo es novela histórica si ya no queda nadie vivo que te pueda contar lo que ocurrió”.

El próximo encuentro será el próximo 8 de mayo en el IES San José y contará con Susana Martín Gijón y Antonio Fuentes.