‘Invencible’, así se llama su primera obra, que se estrena en el VI encuentro poético de La Rinconada que un año más cuenta con la colaboración inestimable de la también poetisa local Miriam Nisa
Saida no sabe ubicar a qué edad
empezó a escribir. Sí recuerda que desde muy pequeña disfrutaba escribiendo
cuentos de fantasía y relatos cortos dónde imaginaba cómo serían las cosas si
pasasen de otra manera. “Raro era el día que mi madre no se encontraba la hoja
de una libreta con textos míos, porque desde que tengo uso de razón me recuerdo
escribiendo”.
A sus 14 años, Saida reconoce que ese impulso escritor y esa pasión por escribir le viene de sus padres, que le ofrecieron una infancia rodeada de libros, de momentos de lectura en casa escuchando música, y de cuentos diarios antes de irse a dormir. A este respecto y, más específicamente, referido a su pasión como creadora de textos, apunta sobre todo a su madre, que también escribe y cuyos textos la han acompañado en su infancia despertando en ella esa pasión.
‘Invencible’ es un poemario ilustrado
por ella misma, que se presenta dividido en tres capítulos: ‘Cenizas’, ‘Últimas
espinas’ y ‘Fuego’. A lo largo de esta evolución de la ceniza al fuego, Saida
quiere reivindicar el derecho a que cada persona escoja lo que quiere ser y
hacer en la vida sin dejarse llevar por terceras opiniones. Al mismo tiempo, y
en una alegoría al mito del ave Fénix, la joven poetisa ha querido dejar claro
a través de sus versos que nadie va a saber mejor que uno mismo cómo
recomponerse y brotar de sus propias cenizas.
Reconoce que se siente bien
escribiendo tanto poesía como narrativa, pero que fue con el descubrimiento de
la poesía moderna con el que descubrió, al mismo tiempo, un nuevo lenguaje, que
le ayudaba a expresar con mayor fidelidad lo que sentía. Una poesía más libre,
más relajada en cuanto a la composición de los versos y que, de vez en cuando,
se permite romper ciertas normas estilísticas, si con eso se logra trasladar el
mensaje.
A la hora de escribir, esta joven
rinconera reconoce que no es demasiado metódica, que prefiere escribir conforme
le van llegando las ideas inspiradoras de versos y que, según ella misma, “suelen
llegar a las horas más intempestivas, casi siempre en plena noche”. “No puedo
escribir poesía de manera forzada y eso hace que, en plena noche, a media luz,
coja un boli y me ponga a escribir antes de que se me vaya la idea”, reconocía
Saida.
En su entorno más cercano no ha
sorprendido su vocación como escritora porque era habitual que compartiera sus
versos o sus dibujos, pero reconoce que, efectivamente, no han faltado voces
que, en parte por su juventud y en parte por entender que escribir no garantiza
un modo de vida “porque el arte no vende”, han cuestionado su decisión de
apostar por hacer de la escritura y la poesía su profesión.
La ocasión de publicar Invencible
le llegó de la mano de la delegada de Cultura de La Rinconada, Raquel Vega, que
la puso en contacto con la editorial Donbuk para que el poemario estuviera editado
en abril de 2020. Pero el confinamiento y todo lo que rodeó estas
circunstancias que paralizaron las imprentas retrasó su ansiado deseo de ver ‘Invencible’
en los escaparates de las librerías. Al final, en 2021 podrá ser posible su
participación en el recital de poesía que siempre se celebra en el marco de la
Feria del Libro de La Rinconada.
En su mesita de noche no faltan
firmas actuales como Marwán o Señorita Beby (Beby Fernández,
Amor y asco), conviviendo con clásicos de
la literatura como Lorca o con textos de los que escribe su madre, que también
le resultan muy inspiradores.
En sus proyectos, se encuentra
adentrarse en el mundo de la narrativa y está planteando todos los ingredientes
ya para este verano dedicarse por entero a escribir la que será su primera
novela. “Me apetece adentrarme más intensamente en la narrativa y, ahora mismo,
estoy volcada en este proyecto sin dejar de lado la poesía”, dice Saida.
Hace un llamamiento a todas aquellas personas, que son muchas, que escriben pero que guardan esos folios en carpetas y cajones para siempre jamás. Saida los anima a que compartan esos textos, esos versos. Anima a hacer una apuesta firme en defensa de la vocación literaria de cada persona y a que no se rindan porque en el momento más inesperado, en algún escaparate de alguna librería, verán su obra y sentirán un orgullo indescriptible.