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Derrota en casa del Rinconada ante el Puebla que permite al Montequinto, el primero de los que bajaría, igualar a los rinconeros en la tabla
Hace algunas semanas, el San José tenía una ocasión pintiparada para poner tierra de por medio respecto al quinto clasificado y dar un paso de gigante para lograr el pase a los Play Offs, pero perdió ante el Mairena y, en lugar de poner tierra de por medio pues metió a los alcoreños en la pelea y todo se comprimió una barbaridad. Aquel partido fue la primera derrota de la era ‘Josito’ y todo lo que podía salir mal, salió mal. Pues bien, ante el Puebla, al Rinconada le pasó exactamente lo mismo. A efectos del partido, los de José Antonio Lara hicieron, posiblemente, el peor partido desde la llegada del preparador y, en lo que respecta a la clasificación, de adelantar a los cigarreros a que te iguale el Montequinto, el primero de los que descendería, toda vez que lo de Pino Montano y Camas ya es matemático y que el Pilas tiene pie y medio en Segunda Andaluza, pero la plaza que queda por adjudicar, parece que se la van a jugar los rinconeros con el Montequinto y con el Mosqueo, a los que tienen que visitar tras la Semana Santa el Rinconada en un partido que se ha convertido en dramático. El Puebla, que podría entrar en la pelea de lleno, coge aire y el Algabeño, que perdía ante el Torreblanca, sigue sin verse en una situación apurada.
De inicio, los hombres de José Antonio Lara contaban entre sus filas con ausencias notables, como las de Charro, que imprime la garra a la medular, y David López, que es uno de los mejores pivotes de la Primera Andaluza. Tampoco estaba el lesionado Edu de la Hera, que ofrece mayor seguridad defensiva que Pinto, su relevo.
Los rinconeros empezaron mandones, aunque desde el minuto 10, el cuadro visitante dejó claro que no venía de paseo al Nuevo Ramos Yerga. En el 22, David Cuevas adelantó a los rinconeros con un tanto de chilena espectacular que parecía allanar el camino a los de José Antonio Lara, pero nada más lejos de la realidad. Como ocurriera en otra fase del Campeonato, cuando las alegrías eran demasiado efímeras para los blanquiazules. Tres minutos tardó Reche en igualar la contienda en una desaplicación defensiva.
El gol trastocó al Rinconada. Las piernas empezaron a temblar y el Puebla vio la posibilidad de hacer más daño y se fue en busca del segundo gol. Tampoco la suerte ayudó a los rinconeros, porque en el 30, una falta muy lejana no acertó nadie a despejarla de forma contundente y, tras varios rebotes, el balón llegó a Álex Durán, que pasaba por allí y que la mandó al fondo de la red.
El Rinconada trató de reaccionar, aunque las transiciones no le permitían asomarse a los dominios de Dani. Jesús Romero no andaba fino y Antoñito tampoco tenía el día. Las bandas no acaban de carburar y los puntas eran islotes en zona donde no llegaban balones o tenían que bajar hasta zonas muy alejadas de donde se cuece el peligro para poder recibir el esférico. Además, los cigarreros, sabedores de la ventaja y de la importancia del partido, empezaron a ralentizar el juego, arañando todo lo futbolísticamente arañable al crono.
En el 41, un error grosero de la defensa del Puebla generó la ocasión soñada a Ale Buzón, el extremo llegado del Pino Montano, pero fue incapaz de aprovechar el regalo y la pelota se perdió por la línea de fondo. Esa ocasión espoleó a los locales, que apretaron hasta llegar al descanso, pero sin encontrar goles ni ocasiones claras.
En la segunda mitad, los hombres de Miguel Romero salieron al césped con la premisa de que se jugara lo menos posible, tratando de parar al máximo el partido. El Rinconada, cuyo objetivo era contrapuesto, dinamizar el coque para agitar el avispero en busca de algún rédito, pero no era el día, los rinconeros eran incapaces de tener la fluidez necesaria para poner en aprietos a Dani. En el 65 volvió a tener un remate claro Buzón, pero el arquero evitó el peligro y mantuvo la mínima renta para los visitantes.
En el 75, una contra en la que se volvieron a ver las vergüenzas del Rinconada la aprovechó Álvaro Lora para poner el 1-3 y generar una misión imposible a los del Nuevo Ramos Yerga, que seguían negados de cara a la puerta contraria.
Al final, la colegiada López Jiménez pitó el final e hizo que el partido ante el Mosqueo cobre una importancia capital. Un cuadro, el palaciego, en plena crisis de resultados, con 31 puntos en la tabla -uno más que el Rinconada- recibirá en el Marismas a los de José Antonio Lara. Esta campaña, ya han jugado dos veces en el Ramos Yerga, ambas con derrota (0-1 y 1-2) y una en el Marismas, que también acabó con derrota rinconera (2-0) en el último duelo de Javi Blanco al mando del equipo.