15 jóvenes participan en el curso de Monitor de Tiempo Libre que se imparte en el Centro Joven `La Estación´. Aprenden técnicas y recursos didácticos para disfrutar del ocio de manera educativa
Desde el pasado mes de diciembre, 15 alumnos se forman en el curso de Monitor de Tiempo Libre infantil y juvenil que cada año organiza el Área de Juventud. Son jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 30 años que, en su mayoría, tienen problemas a la hora de encontrar empleo porque cuentan con estudios básicos y no se han especializado en ninguna profesión.
Gabriel González, el profesor que imparte las sesiones, lo tiene muy claro:"les gusta trabajar con niños y enseñarles a divertirse aprendiendo pero no tienen titulación para dedicarse a ello", explica.
Las clases constan de 259 horas, que se desarrollan de lunes a viernes en horario de tarde. En la actualidad, ha aumentado la demanda para realizar este tipo de curso porque es la única vía para ejercer de monitor. Cada vez más, las administraciones exigen un certificado que acredite que se poseen las nociones básicas para desempeñar con éxito el trabajo.
Como comenta Gabriel, “este curso es sólo el comienzo de la formación de un monitor.”Una vez terminado, los jóvenes pueden especializarse estudiando algún máster relacionado con el tema, o incluso inscribirse en módulos formativos donde pueden continuar aprendiendo y perfeccionando los métodos educativos a emplear con sus futuros alumnos. Y es que, existe un amplio abanico de posibilidades de especialización como monitor de actividades deportivas, de animación sociocultural, dirigidas a trabajar con personas con discapacidad o con mayores, entre otras.
Por las clases de Gabriel han pasado bastantes alumnos que, en su mayoría, han tenido suerte a la hora de encontrar empleo relacionado con el curso. "El año pasado se colocaron muchos de ellos en empresas de animación", recuerda el profesor. No sólo en este tipo de negocios pueden conseguir un empleo, las asociaciones, administraciones públicas y los centros educativos contratan a profesionales para desarrollar actividades extraescolares y de tiempo libre.
De momento, los alumnos aprenden, tanto en la teoría como en la práctica, a emplear el tiempo libre más allá de la diversión. Con la formación que están recibiendo se pretende que sean capaces de educar en valores y desarrollar habilidades sociales para inculcar conceptos como la convivencia, el compañerismo y la tolerancia, entre otros.
Para trasladar de una forma amena todos estos conocimientos a sus futuros alumnos, los jóvenes aprenden técnicas de enseñanza lúdica como manualidades, juegos y dinámicas de grupo. Además, para llevarlas a la práctica ya tienen preparadas algunas salidas como a la granja escuela para trabajar el medio ambiente. También, tienen previsto colaborar con algunas asociaciones como Afadi.