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Macarena Zambrana: “Soñar es la vitamina, la inyección de los adultos, en el aburrido mundo de la monotonía”

Cultura y ocio |

‘Operación Lena’ es el debut literario de esta abogada, apasionada de la escritura y la lectura, que ha presentado en Estación de las Letras de La Rinconada al alumnado del IES Carmen Laffon. “Todas las guerras terminan alguna vez, y ese es el mensaje de esta novela”, ha subrayado la autora

Estación de la Letras es un “proyecto semilla” que mira al futuro, con un Pacto por las Letras para convertir a La Rinconada en la Ciudad de libros y protectora de la lectura y en ello la juventud tiene un papel destacado. De ahí que esta edición la Feria del Libro del municipio esté muy presente en los institutos de la localidad. 

Así, recientemente, el IES Carmen Laffon ha recibido a la escritora Macarena Zambrana que ha mantenido un encuentro con alumnado de bachillerato para hablar del proceso creativo de su debut literario, la novela ‘Operación Lena’. Acompañando a esta abogada de profesión, pero amante de la lectura y la literatura, han estado el director del centro, Juan Carlos Escribano que ha resaltado que es “un lujo para el alumnado poder contar con escritores y escritoras y charlar sobre sus obras” y ha agradecido al Ayuntamiento “que cuenten con nosotros para estas paradas literarias, porque para nosotros y nosotras es fundamental que el alumnado conozca opciones diferentes de aprender”. 

También el delegado de Educación, Antonio Marín ha acompañado a Macarena Zambrana y ha señalado que “esta es una novela con un contenido histórico profundo, un libro que es un impulso, que habla de cárceles impuestas y autoimpuestas”. Además, ha animado a los y a las jóvenes a leer porque “es una manera de profundizar, de hallar horizontes que en vuestra vida normal no vais a encontrar”.

Tras la intervención del responsable municipal, Zambrana ha tomado la palabra y ha explicado que ‘Operación Lena’ nació en ella hace ocho años, cuando su hija murió a los 45 días de vida. “Algunas veces se siembran en nosotros proyectos que no sabemos y florecen al cabo de mucho tiempo. Me sometí a una terapia narrativa que sacó de mí todas las emociones que tenía encapsuladas. Escribir me liberó y me di cuenta del impacto tan grande que las letras tenían en mí”.

En ese proceso doloroso de duelo se dedicó durante seis años a escribir sus emociones en redes sociales y se dio cuenta de que eso ayudaba también a los demás. A finales de enero de 2021 decidió que iba a escribir una novela, sin saber de qué ni cómo. “Me senté delante de mi ordenador, la imagen que tenía era la de un abrigo amarillo, que había visto días antes en Google y era muy feo, ese abrigo me estaba diciendo algo. Me puse delante de ese folio en blanco y dejé hacer al alma, me dejé llevar y escribí de un tirón los primeros párrafos”.

Tras escribir esas primeras líneas entró en su vida Ángela, “el escritor le abre la puerta a los personajes que te hablan y te cuentan una historia”. Este personaje que padece un trastorno mental “como un 34 por ciento de la población española”, se enfrenta a la muerte de su madre y su psicóloga la anima a viajar a Londres. “Ahí Ángela toma la primera gran decisión de su vida, porque cuando uno decide dar un paso adelante, cuando te encuentras en un bloqueo y decides cambiar, ese cambio abre un camino que no sabes dónde te va a llevar. Ese cambio la lleva a la mejor decisión de su vida”.

En el barrio de Camden Town, en una tienda vintage, se compra un abrigo en cuyo bolsillo hay una nota con una dirección. Allí irá Ángela y “le abre la puerta Lena Wiesel, que se sentó a mi lado para contarme esa historia. Magdalena Wiesel, Lena como la llamaba su abuela, era judía y llegó hasta Auschwitz en un tren de ganado, cuando llegó allí supo que no tenía tiempo para perderlo”. Para Macarena esas dos mujeres “se enfrentaban a la vida de una forma diferente, una lo hace desde la resiliencia y otra desde el victimismo. Ángela le echa la culpa al mundo de todo lo que le ocurre, no vive, no siente. Sin embargo, Lena lo hace de otra forma. Cuando a Lena le abren esa puerta del tren de ganado, ella no tiene tiempo para perder, no hay otras oportunidades”.

La escritora ha hablado del duelo “que todos vamos a atravesar”, pero que supone una oportunidad de “deconstrucción para construirte de nuevo y para eso hay que ser muy valiente. Así lo hace Ángela cuando viaja a Londres y Lena también lo hace. Son dos piezas de un puzle que si las ve no encajan, pero que sí encajarán”.
Junto a ambas mujeres, en la novela aparecen otros personajes como Jonás Golik o el nazi Frank Meyer que representa la capacidad de cambiar que todos tenemos y que llega a decir: “Reconocerme en mitad del dolor movió los cimientos de mis principios”. 

Macarena Zambrana ha explicado que el título del libro responde a una operación de contraespionaje real que se llevó a cabo en los años 40 y que supuso un fracaso para los alemanes. “Cuando Lena llega a mí no conocía esa operación y me dio por poner en Google ‘Lena’ y entonces apareció. Llamé a mi amigo Juan Eslava Galán y le pregunté por ella, pero no la conocía y decidí inventármela”.

La escritora ha referido que en la promoción del libro le han llegado a preguntar si es una novela de crecimiento personal. “Sí hay muchos personajes con psicología positiva que van a enseñar al lector a ver las cosas desde otro punto de vista. Es una ventana de esperanza para todas aquellas personas que están superando cualquier proceso de duelo. Cuando una persona lo está pasando mal solo quiere saber cuándo va a terminar y cómo… y sí, se va a acabar, pero dependerá de vosotros cómo estaréis al final”. Todos los personajes sufren en la novela un proceso de cambio, “todos tienen un crecimiento ascendente, porque todos han aprendido a través del dolor y eso tiene una fase de crecimiento personal”.

Escritora de brújula, ha contado que fue escribiendo cada capítulo sin saber qué ocurriría en el siguiente. Macarena Zambrana sueña con que su novela la lleve al cine Alejandro Amenábar y así se lo hizo saber en un restaurante, porque “soñar es la vitamina, la inyección de los adultos, en el aburrido mundo de la monotonía”.

El proceso de creación de ‘Operación Lena’ duró dos años, diez meses tardó en volcar las primeras ideas y un año de revisión, “aprendía a escribir”. Luego llegó el proceso de buscar editorial, “que no es fácil”, “llegué a la editorial Algaida a través de un lector cero”. 

Para finalizar ha lanzado un mensaje al joven público: “Que sepáis que todas las guerras terminan alguna vez, y ese es el mensaje de esta novela”.

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