La delegada de Cultura, Raquel Vega, ha estado presente en la entrega de esta colección que cuenta con aproximadamente 600 piezas de diferentes períodos y que “viene a sumarse a nuestro Museo que es uno de los mejores en la temática de Andalucía, tanto por su colección, como por sus programas educativos y de difusión para la comunidad”
Visitar el Museo de La Rinconada es hacer un viaje en el tiempo y conocer el pasado del territorio. Un pasado en el que adentrarse en las herramientas del Paleolítico, en antiguas cerámicas halladas en el yacimiento Cerro Macareno o herramientas de época medieval, entre otras piezas interesantes.
Pero sin duda, la gran estrella del Museo es la colección de fósiles de grandes vertebrados, fundamentalmente de Elephas antiquus, una especie de elefante prehistórico, anterior al Mamut, que habitó en La Rinconada hace más de 100.000 años junto a toros salvajes (uros) e hipopótamos. Además, gracias a una completa colección de fósiles de distintas partes del mundo, el público puede conocer la evolución de la vida en la Tierra.
Una colección que se va a ver ampliada con una colección de fósiles que ha entregado el Seprona que ha buscado una mayor utilidad social de este patrimonio. Tras consultar con la paleobióloga Eloísa Bernáldez Sánchez, una de las mayores autoridades en esta materia de Andalucía, se decidió la idoneidad del Museo de La Rinconada.
Así, la delegada de Cultura, Raquel Vega, junto con la directora del Museo, Maribel Rodríguez Achútegui, ha recibido las nuevas piezas de manos de Eloísa Bernáldez.
Como ha referido Vega “vienen a sumarse a nuestro Museo que es uno de los mejores en la temática de Andalucía, tanto por su colección, como por sus programas educativos y de difusión para la comunidad”.
En esta colección hay fósiles desde hace unos 300 millones de años hasta hace unos 20.000 aproximadamente. Durante ese periodo el valle del Guadalquivir pasa de estar sumergido en el mar, a, por cambios climáticos, ir formando primero sistemas de marismas y después terrestres. Las aguas de escorrentías crearon un gran río Guadalquivir y toda La Rinconada pasó a estar sumergida en el cauce, que podría tener una extensión desde el Aljarafe hasta el río Corbones. Luego, este gran río se fue encajando y formando las terrazas que hoy conocemos.
“Son los restos de este antiguo territorio marino, fluvial y terrestre los que tenemos ahora como parte del patrimonio rinconero”, ha señalado la paleobióloga.
La colección que cuenta con aproximadamente 600 fósiles de diferentes periodos, será estudiada por especialistas para poder conocer en profundidad su alcance y posteriormente se trabajará en su puesta en valor.