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Lorenzo Silva: “He querido que las novelas trasladen las complejidades de la sociedad en la que vivimos”

Cultura y patrimonio |

Estación de las Letras acoge un ciclo en torno a la novela negra por la creciente demanda de un género que florece y que cuenta con referentes andaluces en el panorama nacional. El ciclo ha sido inaugurado por Lorenzo Silva que ha hablado de su última novela ‘La llama de Focea’, de sus personajes Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro que cumplen 25 años y de la narración en torno al crimen

Este año, Estación de las Letras organiza por primera vez un ciclo de Novela Negra bajo la dirección del escritor Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba, 1968), creador de la inspectora Carmen Puerto (‘Los amantes anónimos’ y ‘El lenguaje de las mareas’) y finalista del Premio Nacional de la Crítica por ‘La novela de un novelista malaleche’ y ganador del Premio Andalucía de la Crítica en 2013, por ‘El escalador congelado’. 

Así, este escritor cordobés explica que este ciclo “ofrece una muestra muy representativa de la importancia y el papel de los narradores y narradoras andaluzas, que ya forman parte, de pleno derecho, del panorama nacional, en clave negra”

En esta primera edición, el Ciclo de Novela Negra Estación de las Letras ha contado con Lorenzo Silva, uno de los grandes nombres del género en nuestro país; le siguen hoy la onubense, May R Ayamonte y el gaditano, Benito Olmo, y cierran la edición la granadina, Men Marías y el sevillano, Fernando Repiso.

El escenario del Centro Cultural de La Villa ha acogido este primer encuentro con Lorenzo Silva como protagonista indiscutible. Un acto en el que la delegada de Cultura, Raquel Vega le ha dado la bienvenida, también ha estado presente la diputada provincial Trinidad Argota, y donde se ha establecido un diálogo entre Silva y Gutiérrez Solís para debatir acerca de la novela negra actual en España.

Ha recordado Vega la visita de Lorenzo Silva hace dos años a la Feria del Libro de La Rinconada donde presentó ‘El mal de Corcira’, compartiendo vivencias, experiencias y oficio, con el alumnado del IES Carmen Laffon. También ha dado la bienvenida a Gutiérrez Solís que se suma como mentor a Estación de las Letras.

Salvador Gutiérrez Solís ha señalado que Silva es “un gran maestro del género en nuestro país” y que es “puente o visagra entre la novela del siglo XX y la novela negra que estamos viviendo en el siglo XXI. Fue uno de los primeros en retomar la costumbre de la novela negra, pero adaptándola a una más global, con más perspectiva”. También ha recordado que se cumplen 25 años del inicio de la saga de los personajes guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro y ha querido saber cómo han evolucionado a lo largo de estos años.

El autor de ‘La marca del meridiano’, Premio Planeta en 2012, ha explicado que la creación de estos personajes la inició antes de que llegasen al público. “En ese viaje, que me ha llevado de un siglo a otro, lo que he intentado es mantener la curiosidad, la atención y el respeto a mis personajes, a las personas con las que se encuentran, a las víctimas, con las que hay una cierta desconsideración, incluso también consideración hacia los delincuentes”. En este sentido ha subrayado que “las personas que cometen delitos son personas con carencias afectivas, morales, intelectuales”, por ello, frente a una novela “carnicera” con el que delinque, Silva opta por una escritura compatible con la realidad. “He querido que las novelas trasladen las complejidades de la sociedad en la que vivimos y, a partir de ahí, todos hemos ido cumpliendo años y eso nos ha hecho saber más. Cuando eres consciente de muchas cosas, el proceso natural no es hacia una postura expeditiva y maximalista, sino de una persona razonable, de que su vida ha sido complicada, que a veces se ha equivocado, y he querido que Bevilacqua sea más consciente de lo que es, de lo que le falta, de las personas que tiene a su alrededor”.

Sobre la última novela de esta saga, ‘La llama de Focea’, ha afirmado que el trasfondo de la misma es el fracaso colectivo. Un trasfondo sobre el independentismo catalán y la sociedad catalana.  “Cuando escribes sobre un fracaso y un desatino está el riesgo de quedar por encima y he querido que Bevilacqua lo examine desde la memoria, de un lugar donde él ha vivido los mayores fracasos y desatinos, porque es ahí donde inicia su carrera como guardia civil”. Así, la novela salta del pasado al presente y muestra una nueva faceta del inspector.

La saga cuenta ya con 13 novelas y ante la pregunta de Gutiérrez Solís si es más fácil o más difícil continuar una saga, Lorenzo Silva lo tiene claro. Ha recordado a Javier Cercas cuando dijo que un escritor no podía quedarse en sus aciertos, “al final siempre hay que plantearse los desafíos creativos a partir de lo que uno no sabe. Un libro que leí sobre Chillida afirmaba que cuando se planteaba una nueva obra se decía: Voy a hacer algo que no sepa hacer. Yo creo que si te quedas en la clonación de los momentos exitosos de la saga, la serie desaparece. Sé que tengo que jugármela, si no me la juego la novela no merece la pena. La gran dificultad es como renovar y cambiar lo que te ha ido bien”.

Otras de las cuestiones abordadas ha sido el boom que parece estar viviendo la novela negra en este momento y si puede ser algo pasajero. “Estamos en un momento de moda y burbuja, pero el relato en torno al crimen es un tema permanente. Esta Edipo Rey, las tragedias griegas... El año pasado publiqué un libro de relatos de guerras de nuestro tiempo y todos daban inicio con una frase de La Ilíada. El crimen siempre va a estar ahí”.

Con respecto a sí puede ser la novela social del siglo XXI, el escritor madrileño ha referido que hay una gran diversidad. “Hay novelas que están muy ancladas en conflictos muy profundos y poco visibilizados, y luego encuentras novelas policíacas que parecen sacadas del País de Nunca Jamás”. En este sentido, Silva ha reseñado que presta atención a la realidad de España, con una de las tasas más bajas de asesinatos del mundo y donde la mayoría de los casos se esclarecen, frente a lo que ocurre por ejemplo en Estados Unidos o Venezuela.  “Se mata por una serie de razones, trágicas, tristes y muy incorrectas moralmente, pero son lógicas, la gente mata para resolver problemas”. “Al final, una acción criminal es una fractura, la manera de responder a esa fractura está caracterizando a esa sociedad”, ha apuntado el escritor.

También el público ha querido saber más sobre Lorenzo Silva y su carrera como escritor. “Soy escritor por vocación y abogado por accidente. Además, fui escritor primero y luego abogado. Con 16 años estaba ya escribiendo novelas, luego ejercí la abogacía para ganarme la vida. Igual que le pasa a Bevilacqua que se mete en la guardia civil por tener un trabajo”.

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