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Afrontará con dos goles de ventaja la vuelta frente al Pulidos Anabril en Dos Hermanas, después de romper el partido del Agustín Andrade en el epílogo
Que nadie piense que el ascenso está hecho. Ni muchísimo menos. Pero sí es verdad que está más cerca que hace una semana, y que los pupilos de Dani Domínguez afrontarán con ventaja de dos goles la vuelta de la final.
El equipo rinconero se impuso en un duelo en el que hubo alternativas en la primera parte y en el que fue superior en la segunda, con distintas ocasiones claras. En el epílogo de un duelo que parecía abocado al empate, encontró la puntería y, con ello la portería contraria, el cuadro rinconero, para llevarse una victoria que puede valer oro de cara a sus aspiraciones de ascenso.
El partido comenzó con un ritmo vertiginoso de ambos contendientes y Jorge adelantó a los locales en el primer minuto de juego. Dos minutos después empataron los nazarenos, que se adelantaron en el marcador pasado el Ecuador de la primera parte. Eso sí, David y Antonio Pino consiguieron darle de nuevo la vuelta a este partido de alternativas y pusieron el 3-2, aunque antes del descanso empató el Pulidos Anabril.
La segunda mitad comenzó con un susto de los visitantes, que tuvieron una ocasión clara en la que cruzaron en exceso. Pero, a partir de ahí, el dominio fue de los de Dani Domínguez, que acumularon ocasiones por medio de Muri, Achraf y Willy, aunque el arquero, en unas ocasiones y la falta de puntería privaron a los del Agustín Andrade de ampliar la renta en el marcador.
Con el paso de los minutos, el empate se fue volviendo más valioso y ninguno quería arriesgar. Todo parecía destinado al 3-3, pero en el epílogo, primero Jorge y después Muri, en el 38 y 39 respectivamente, pusieron un 5-3 que vale un Potosí y que deja el ascenso a expensas del duelo de vuelta en Dos Hermanas.