El pasado 28 de abril cumplió 14 años Roberto Ángel Delgado Botello, un joven rinconero que, como cualquier adolescente de la localidad, dividía su tiempo entre sus estudios, sus amigos, su familia y, como todo ciudadano de La Rinconada, el deporte. Gran aficionado al fútbol y bético de corazón, con 12 años pensó en federarse en balonmano, pero como había jugado al tenis de mesa en los hoteles donde había estado de vacaciones, optó por el deporte de la raqueta con el beneplácito de sus padres, sus grandes valedores.

Comenzó a entrenarse a las órdenes de José Manuel Ramos en el Carmen Laffón, pero rápidamente los técnicos rinconeros observaron su tremenda progresión y decidieron que se marchara a jugar a Coria, donde tendría un mayor margen de mejora, aprovechando la hermandad entre ambos clubes y la presencia de Luna en el cuadro ribereño.

Así, el pasado verano se enroló en el Neumáticos Abad Coria y, junto a José Luis Maestre 'Cote', Antonio Chaves y los hermanos Pedro y Pablo Martínez y, tras una ascensión meteórica, hace varias semanas se proclamó Campeón de España Infantil para alegría de sus padres, que lo acompañan a todas las competiciones, y de toda la familia del tenis de mesa local, en el que comenzó a jugar y donde conserva muchos amigos.

A pesar de su progresión, habla con humildad de ir paso a paso y no se pone metas más allá del corto plazo, en el que espera seguir mejorando su nivel a base de trabajo y entrenamientos. En la actualidad, su padre, José Ángel, lo lleva dos días en semana a Coria, mientras que otras tres entrena en el Carmen Laffón, pensando ya en preparar la próxima campaña donde tendrá la responsabilidad de intentar revalidar el título.

Aunque no se plantea metas en el deporte, sí tiene claro que lo primero son los estudios y, por eso, saca buenas notas para, en el futuro, estudiar periodismo y dedicarse a los deportes, su gran pasión. De hecho, cuando tiene que estudiar va a entrenar más tarde para dedicarle las horas pertinentes a las materias lectivas.

Al igual que su padre, habla maravillas de los técnicos del Club de Tenis de Mesa San José, con José Manuel Ramos y Pepe Gallego a la cabeza y se muestra confiando en que el equipo local, recientemente ascendido a Primera Nacional, logrará la permanencia en la nueva categoría. Es más, su padre se atreve a afirmar que en un futuro, Roberto volverá a vestir la elástica del club rinconero, algo que el propio implicado no se plantea.

Dentro de su plan de trabajo, la concentración es fundamental y, por ello, la templanza y la frialdad cotizan al alza en su deporte, hasta tal punto, que ni se inmutó cuando se proclamó campeón, fruto de esa humildad inculcada por los técnicos desde que se inició en este deporte.

Precisamente desde la humildad, paso a paso y sin pensar más allá del próximo ejercicio, Roberto Delgado sigue trabajando, entrenándose y compitiendo. Quizás, en lo más profundo de su corazón, el sueño de ir a unas Olimpiadas o parecerse a los jugadores que empapelan las paredes de su cuarto, tome forma, pero en el exterior es un chaval de cuarto de ESO que no dijo a sus compañeros de clase que había sido Campeón de España hasta que no lo vieron en el periódico Estadio Deportivo en la cafetería del instituto. Ése es el camino. Ánimo, campeón.