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Goleada cañamera sin paliativos ante el Tomares en un duelo en el que aumentó mucho el rigor táctico y que supuso la primera victoria de ‘Che’ en el banquillo azulino
Decía Fran Martínez en la
narración para Radio Rinconada desde lo alto del San Sebastián de Tomares que
cuando Álex sacaba de puerta se veía “perfectamente dibujado en el campo el
4-2-3-1 que había puesto ‘Che’ y que mejoraba con creces el rigor táctico
cañamero”. El nuevo entrenador situó un doble pivote por delante de la defensa,
con Montaño acompañando a Rubén. Juan se ubicó en el lateral, Varona adelantó
su posición, escoltado por Jurado y Lora y Lobo, que es el Pichichi de la
División de Honor, como referencia en punta.
La variación táctica funcionó y
el equipo carburó. Menos espacios, las líneas más juntas, mayor facilidad para
las ayudas defensivas y para el asociacionismo en ataque y el resultado es el fiel
reflejo de ese paso adelante.
El Tomares, que tenía una amplia
nómina de ex cañameros con Isaac (cancerbero suplente en el duelo), Álex, Álex
Buzón y José Carlos, fue el que salió mandando y, gracias al desborde de Mario,
generó algunos problemas en la zaga azulina. Pero la sociedad Álvaro Lora-Lobo
empezó a carburar y, cuando lo hizo, fue como si un ciclón arrasara al cuadro
aljarafeño. La velocidad del ex extremo volvió loca a la defensa y, aunque se
le achaca al futbolista que su gasolina dura menso de lo deseable, lo cierto es
que si rinde 40 minutos a este nivel es para hacerle un monumento. Y si la
velocidad de Lora y sus centros al primer palo fueron oro, que decir de quien
las empujaba, el otro extremo de la sociedad, el delantero Lobo, que se marcó
un
hat trick que le confirma como
Pichichi de la categoría y volvió a evidenciar que es el alma de este San José,
no por sus goles, que también, sino por su garra, su despliegue físico, sus
ayudas en la presión a la hora de que el contrario saque la pelota y su increíble
juego de espaldas a portería.
La primera vez que se alió la
doble Ele fue en el 19. Galopada de Lora por la derecha, centro al primer palo
y Lobo, anticipándose a su par, bate a Cristian. Una jugada similar se produjo
en el 30, aunque en este caso, el servicio del extremo lo remató Pedro Varona,
subiendo el 0-2 al marcador. Y todavía antes del descanso, en el 37, otra
internada del puñal cañamero por la diestra servía para que Lobo anotara su
doblete y el 0-3 para un San José en el que los aficionados se frotaban los
ojos.
En la segunda parte, el Tomares tiró
de orgullo y de vergüenza torera para irse en busca de la meta de Álex, pero la
raya en el medio del doble pivote se notaba y, por detrás, Jaime Otón era un
valladar infranqueable. Las ayudas en defensa se multiplicaban y, aunque ‘Che’
no dejaba de corregir las posiciones de sus hombres en el campo y freía a
instrucciones a los que entraban como relevos, lo cierto es que la mejoría
táctica fue abismal, también a la hora de defender. Y en el primer zarpazo,
otro gol, el cuarto, para que Lobo redondeara su mágica mañana.
Lo más destacado, desde el 0-4 al
final, es que el San José no pasó apuros, pues no hubo ocasiones claras de los
aljarafeños. Sí las tuvieron los de ‘Che’ para hacer más sangre, pero no las
materializaron. Los relevos entraron con intensidad y el equipo no se cayó en
ningún momento lo que es una muestra más de que algo está cambiando en el San
José. Ahora, lo que tiene es que seguir en esa línea.
La primera opción para ratificar la mejoría será el próximo fin de semana ante el Cartaya, otro rival de la parte alta que puede poner en aprietos al cuadro azulino.