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4-0: Como en los mejores tiempos

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El Rinconada se da un festín ante el Coronil, vuelve a ofrecer una imagen competitiva y da un paso en su carrera para asentarse en la zona tranquila de la clasificación

Si bien es cierto que el rival no era de enjundia, el Rinconada dio la cara y cumplió con creces en un partido vital para recuperar sensaciones y poder salir del descenso. Los de Dani Ruiz se gustaron y dominaron un partido con un solo color durante el encuentro.

Los primeros minutos hacían presagiar que el partido no sería tan fácil como se pintaba. El cuadro coronileño apretaba y buscaba ocasiones peligrosas en la punta de ataque, aunque sin una solidez defensiva que le hiciese mantenerse en el partido. Fruto de la falta de solidez, llegó el primer gol rinconero, obra de Luis Cubero que, tras encontrar el espacio con un desmarque soberbio, penetró la portería rival cruzando el balón de forma perfecta. El delantero, que está viviendo un momento de dulce, repitió unos minutos después tras otro desmarque, esta vez en banda derecha y que consiguió terminar gracias a un magnífico recorte para batir con la pierna izquierda al guardameta visitante.

Tras este arreón rinconero, el Coronil entregó la cuchara y se quedó a merced de los blanquiazules en los minutos que restaban. Desde este momento, el impotente cuadro visitante se entregó a los locales que jugaron al fútbol que nos tenía malacostumbrados la temporada pasada: pases verticales, juego con sentido, con tranquilidad, Joserra hilando múltiples pases, Pando recibiendo y abriendo a banda... En definitiva, el viejo Rinconada que tanto hizo disfrutar a los suyos.

Con este juego, el marcador solo podría aumentar, y así fue. En la segunda mitad, Pando y Cuevas se sumaron a la fiesta, con éste último en estado de gracia y haciendo el mejor encuentro de la presente temporada en su cuenta personal.

Quizá se quiera privar al Rinconada del mérito merecido por el rival, un equipo que va último y en descenso, pero el encuentro de ayer va más allá de eso. Ayer el Rinconada recuperó su seña de identidad: ser letal en el área contraria y no permitir errores atrás. Está claro que, ni de lejos, todos los partidos serán así, pero lo que sí stá claro es que el camino del Rinconada en Primera Andaluza debe de pasar por el juego como el que elaboraron el sábado los pupilos de Dani Ruiz.

Iván Salgado

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