Aunque el Rinconada tiene mimbres para realizar buenos partidos, ni los más optimistas pensaban que los pupilos de Dani Ruiz podrían poner contra las cuerdas al intratable líder de la Primera Andaluza. La Peña Deportiva Rociera no conoce la derrota desde octubre, un bagaje que, a priori, infunde respeto en todos los rivales que juegan contra el equipo nazareno. Sin embargo, los rinconeros tuvieron varias ocasiones de, al menos, rescatar un punto en un feudo casi inexpugnable en lo que va de temporada.

Y es que los visitantes pagaron muy caro los primeros compases de encuentros, donde un Rinconada a merced del rival cedió rápidamente dos goles, primero de penalti (cuanto menos, riguroso) y otro tras una falta de entendimiento a la hora de despejar un córner en el área. Sin duda, la carta de presentación a los 22 minutos de juego no era nada halagüeña para los de Dani Ruiz que, tras el segundo gol, supieron manejar el partido e intentar conseguir la machada de la remontada. Si bien es cierto que el Rinconada alcanzó el descanso sin pena ni gloria, el segundo tiempo fue radicalmente distinto para los blanquiazules, que asediando una y otra vez la portería rociera, encontraron su gol por medio de Cuevas que, ayudado por el portero, transformó un zapatazo de falta para acercar a los suyos en el marcador.

Tras el gol, el líder de diluyó y el Rinconada se encontró imponente sobre el Adame Bruña de Dos Hermanas. Los de Dani Ruiz lo intentaban una y otra vez, aunque sin encontrar premio en la portería defendida por Rivas. Finalmente, el Rinconada no pudo pescar en tierra del líder, que acumula 11 victorias seguidas y que, en el antiguo formato de Primera Andaluza, estaríamos hablando del equipo que tiene pie y medio en División de Honor.

La derrota, sin embargo, fue más que digna por parte del cuadro del Ramos Yerga, que no le perdieron la cara al partido y que arroja algo de luz para los siguientes compromisos, donde el Rinconada afrontará prácticamente a la cabeza de la competición. Se avecinan tiempos difíciles y los rinconeros parecen estar preparado para no hincar la rodilla tan fácilmente.