Desde el área de competiciones de la RFAF informan que, a lo largo de los últimos dos meses, han sido multitud de clubes de División de Honor Andaluza quienes han trasladado sus inquietudes y opiniones a la Federación al objeto de solicitar que la composición de la competición venidera se realice por cercanía con el objetivo de abaratar costes, teniendo en cuenta el difícil panorama que se contempla si finalmente no se permite la entrada de aficionados a los estadios y los encuentros se celebren a puerta cerrada; circunstancia que repercutirá seria y alarmantemente en la economía de todos y cada uno de los clubes.

El retraso en la vuelta al verde derivada de la pandemia del Covid19 ha obligado a modificar el sistema de competición, que se ha establecido en dos grupos. Así, en un principio, los cañameros tendrían que enfrentarse al Chiclana, Tomares, Cartaya, Viso, Isla Cristina, Algabeño, Bollullos, Peña Rociera y Écija. Sin embargo, la prevalencia del criterio de cercanía ha hecho que sus rivales cambien y que ahora sean los cinco equipos sevillanos, a excepción del Écija, y los cuatro de la provincia de Cádiz. Así, de los rivales iniciales se caen el Cartaya, Isla Cristina, Bollullos, y Écija, y se añaden Guadalcacín, Puerto Real, Torreblanca y San Roque. Por lo tanto, los nueve rivales a los que deberán enfrentarse los azulinos -que tendrían que acabar entre los cuatro primeros para acceder a la fase de ascenso- serían Chiclana, San Roque, Puerto Real, Guadalcacín, Algabeño, Viso, Tomares, Torreblanca y Peña Deportiva Rociera.