Como si del título de la canción de Julio Iglesias se tratase, el Bádminton Rinconada disputará la tercera jornada de la Liga de División de Honor Top 8, la primera que tendrá que disputar lejos del Fernando Martín, sin poder contar con sus jugadores internacionales, por las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia del Covid-19. Un serio contratiempo para el técnico, Antonio Molina, que tendrá que volver a hilar fino para presentar batalla a otro de los teóricos aspirantes sin aquellos jugadores que se habían firmado para marcar las diferencias. A favor de los rinconeros, que la pandemia es global y, por tanto, también afecta a su rival, el Bádminton Oviedo, que tampoco podrá alinear a sus extranjeros. Los asturianos se presentan como otro de los aspirantes al título, pero sin la presencia de sus internacionales, también son una incógnita, por lo que cobrará especial relevancia la estrategia técnica, los cruces que se produzcan y las experiencia y astucia a la hora de confeccionar las alineaciones.

El duelo se disputará el domingo a las 11:30 horas en el pabellón Corredoira Arena, aunque la expedición rinconera llegará a tierras asturianas en el mediodía del sábado con sus debidos certificados de movilidad, con idea de regresar a Sevilla tras la conclusión del encuentro.

Antonio Molina seguirá afianzando su columna vertebral de jugadores nacionales y buscará hacerse fuerte en las modalidades de dobles para llegar a la disputa de los cuatro individuales con opciones de llevarse los tres puntos y acomodarse en la parte alta de la clasificación –de momento, el Rinconada ha firmado una victoria y una derrota en los dos choques anteriores-.

El equipo se encuentra con muchas ganas de hacer un buen debut fuera del feudo rinconero y seguir adquiriendo confianza de cara a una temporada atípica que hace presagiar que poco podrán jugar los extranjeros. Todos los jugadores disponibles forman parte de la expedición. Las buenas prestaciones que el equipo tuvo en la segunda jornada frente al San Fernando de Valencia hace pensar que pocas modificaciones tendrá el equipo el próximo domingo y espera no tener muchos contratiempos durante el viaje y la disputa del encuentro: “Sin duda es un encuentro complicado quizá más por lo que lo rodea que el partido en sí. Tenemos que ir haciéndonos a la idea de no contar con los extranjeros durante la temporada, algo que temíamos que ocurriera. Si a ello le sumamos los múltiples problemas que tenemos a la hora de cruzar el país para disputar el partido, hace que estemos más pendientes en llegar a Oviedo que del partido en sí. Sabemos que es una buena oportunidad para dar un golpe en la mesa y conseguir adelantar a un rival directo pero también somos conscientes de que el Oviedo es uno de los grandes rivales esta temporada”, concluye el preparador.