El área de Igualdad del Ayuntamiento de La Rinconada ha lanzado una campaña bajo el lema ‘Los juguetes no tienen género’, con la que busca generar conciencia entre la ciudadanía sobre la necesidad de eliminar el contenido sexista de muchos juegos y juguetes, contribuyendo así al desarrollo de actitudes y comportamientos de cooperación, respeto a las diferencias y relaciones de igualdad entre niños y niñas.

Como destaca la delegada del ramo, Noelia Ramírez, “los juguetes no tienen género, no están diseñados para niños o niñas, sino que todos enriquecen y suman en la construcción de la personalidad”. En este sentido, se refería a que “los padres y madres tenemos que despertar la conciencia crítica para eliminar los roles que, en muchos casos, se proyectan a través de la publicidad en las fechas navideñas, que divide los regalos para niños y niñas, lo que coarta la igualdad, estableciendo estereotipos sexistas”.

Tirando de hemeroteca, la publicidad del pasado año 2019, impulsó arquetipos en los que las niñas, principalmente, eran vinculadas con la belleza personal y el ámbito doméstico. “El 34,1 de los anuncios vinculaban a las niñas con la peluquería y la estética, mientras que el 16 por ciento de los niños estaban vinculados como policías”. Por ello, hace un llamamiento a sumar esfuerzos desde todos los agentes sociales para “seguir avanzando hacia la igualdad”. “Hay que facilitar la creatividad y olvidar los prejuicios y estereotipos para entender que, si un niño juega con muñecos, los cuida y los alimenta, está desarrollando y potenciando importantes aspectos de su personalidad, mientras que si una niña quiere construir y arreglar el mundo hay que impulsar esa creatividad para que se desarrolle”.

La campaña consta de un vídeo y una campaña de difusión en Redes Sociales en la que se anima a la sociedad a “no cortar las alas”, permitiendo a los menores que creen su propia personalidad, escribiéndole a los Reyes Magos su carta con los regalos que le apasionan, sin que en ello medie ningún estereotipo de género. Como concluye Ramírez, “los niños y niñas no hacen esas diferenciaciones, sino que se las va inculcando la sociedad a través de roles preestablecidos. Eso es lo que tenemos que cambiar para favorecer el verdadero crecimiento interior de cada persona”.