El Centro Cívico Los Silos, una de las paradas literarias de la octava edición de la Feria del Libro de La Rinconada, convertida en Estación de las Letras y que abarca los meses de abril, mayo y junio, ha acogido el primer encuentro con autores, de los 30 que forman parte de este programa pionero.

Antonio Mulero Tudela, maestro de escuela e historiador, pese a que él mismo no se considera esto último, presentó su último libro ‘Apuntes para una historia’, un recorrido por la historia de la Hermandad de la Salud desde su fundación en 1961, hasta el año 2011, fecha de su 50 aniversario. El autor estuvo acompañado por familiares, hermanos y hermanas de la Hermandad de la Salud, así como de otras hermandades del municipio, por el alcalde, Javier Fernández, la delegada de Cultura, Raquel Vega y el delegado de Fiestas Mayores y amigo de Mulero Tudela, Rafael Reyes. Fue éste último el encargado de presentar al autor.

El edil de Fiestas Mayores destacó que “el Covid no frena la cultura en el municipio porque es libertad, igualdad y son posibilidades y riquezas. En ese escenario del fomento de la cultura y con el convencimiento de que es necesario innovar para crecer, pero siempre sin olvidar lo que somos y lo que fuimos, llegamos hoy hasta aquí, con Antonio Mulero. Un día especial en el que vamos a entregar al pueblo un trabajo que le ha llevado años de entrega y, por supuesto, mucho amor, no sólo a su Hermandad sino también a La Rinconada. 2011 fue un año excepcional para la Hermandad, pero era un año que no estaba completo, hoy se completa ese aniversario fundacional con la presentación de un libro realizado desde el compromiso y desde la pulcritud, pero también desde el corazón y los sentimientos”.

A continuación, tomó la palabra el Hermano Mayor de la Salud, Patricio Mulero, que señaló que “para que el tiempo no borre la historia son necesarios documentos, relatos y gráficos, que nos ayuden a recordar que lo que somos es fruto de los que fuimos y, hoy, estamos aquí para la publicación de esos relatos, ‘Apuntes para una historia’”. El Hermano Mayor de la Salud destacó que “he sido testigo del trabajo, sacrificio, horas de esfuerzo, de la dedicación en las páginas de este libro, por eso nunca tendré palabras para agradecerte lo que has hecho, Antonio. Estaremos en deuda contigo, porque gracias a ti, los jóvenes de ahora y las generaciones futuras sabrán de dónde venimos, indispensable para saber a dónde vamos. Hoy con este libro vas a formar parte de nuestro patrimonio material e inmaterial, por todos los sentimientos que lleva consigo. Hombre comprometido con su pueblo, con la cultura, con las tradiciones, con todo aquello que nos define. Un trabajo realizado desde el corazón y en el que quedan plasmadas las huellas de muchos rinconeros y rinconeras”. Patricio Mulero también agradeció al Ayuntamiento la edición del libro y el apoyo a las hermandades del municipio.

En la presentación de su obra, Antonio Mulero Tudela inició su discurso dando las gracias al público por su presencia, para acto seguido sumergirse en las páginas de su obra. “Pues ocurre que, en este pueblo, cercano a cumplir ocho siglos de historia, que siempre fue de realengo y que ha sido visitado por seis reyes; en este pueblo que fue famoso porque sus vinos eran de tal calidad que entraban en Sevilla sin pagar impuestos en el siglo XVI; en este pueblo que vio llegar a mi abuelo Patricio hace casi un siglo; en este pueblo nace una ilusión hace ya sesenta años. He aquí que un grupo de jóvenes, llenos de ilusión y entusiasmo, deciden fundar una Hermandad de penitencia. Corría el mes de febrero de 1961. Y era tan fuerte su decisión que, aquella misma Semana Santa, a las doce horas de aquel Jueves Santo, día 30 de marzo, salen a la calle a hacer su estación con la querida imagen de ‘El Cristo Chico’”.

Continúa contando cómo era La Rinconada en este año 1961, primer capítulo de su obra, “un pueblo muy pequeño con poco más de 10.000 habitantes, muchos de ellos en población diseminada por el campo… y viviendo en chozas”. Época de mucha emigración, de la llegada de la televisión, la mayoría de los trabajadores se dedicaban a las tareas del campo, las bicicletas y los carros pagaban impuesto de circulación, la misa en latín, todavía de espaldas a los fieles, el agua corriente solo estaba disponible en el centro y había dos fuentes para el abastecimiento público, los alimentos se despachaban a granel en las tiendas o el presupuesto del Ayuntamiento era cercano a los dos millones y medio de pesetas, son algunos datos que el autor desgrana en el primer capítulo. En el segundo, trata del discurrir de la Hermandad desde su fundación el 10 de febrero de 1961 hasta el año 2011 en que se cumplieron los cincuenta de existencia. El tercero hace una somera descripción de la parroquia, seguida del cuarto donde se tratan los distintos párrocos habidos y relacionados con la Hermandad. El quinto se dedica a los numerosos artistas y artesanos que han intervenido en la Hermandad a lo largo de los cincuenta años, para terminar con el capítulo sexto donde se relacionan los pregoneros de Semana Santa desde su inicio en 1980 hasta la actualidad.

“Este es, a muy grandes rasgos, el contenido de este libro que se completa con ciento cincuenta documentos como carteles, fotografías, sorteos, recordatorios, papeletas de sitio… muchos de ellos inéditos. Los criterios que he seguido para su selección han sido el de mayor antigüedad, abarcar todas las actuaciones de la Hermandad y no repetir motivos. A lo largo de sus trescientas cuarenta páginas, este libro cuenta con ochenta y siete notas explicativas a pie de página y más de doscientas veinte noticias locales al final de cada año para mejor entender el contexto en el que se ha ido desarrollando la Hermandad”.

El libro cuenta con muy diversa bibliografía, fruto de la consulta de su archivo personal de periódicos regionales, comarcales y locales, incluso de algún BOE y BOJA; de revistas de festejos, de las innumerables fotografías que ha ido realizando a lo largo de los años y, cómo no, de Internet.

Hizo hincapié Antonio Mulero que “esta obra no es de autocomplacencia y alabanza. Los hechos se exponen tal como ocurrieron y avalados por un documento y, cuando se trata de un testimonio recogido, siempre se ha procurado contrastarlo con más de una persona”. Aclarando que “no soy historiador, ustedes lo saben, aunque últimamente me han etiquetado como tal. Es un honor que no me corresponde. Soy maestro que ha dedicado treinta años de su labor docente a esta Villa, aficionado a los papeles cuando ya amarillean y vecino enamorado de este pueblo”. Para finalizar con una frase de Antonio Machado: “Si quieres ser universal, ama a tu pueblo”.

Por último, el alcalde, Javier Fernández, cerró el acto y señaló que “todo lo que sea editar libros, fijar a la cultura y dejar fijada la historia es algo que engrandece, creemos que hay que reservar la historia. Tengo la suerte de estar aquí como alcalde, como rinconero, pero también como alguien que tiene una parte importante de su familia relacionada con esta Hermandad de la Salud”. Además, el primer edil felicitó a todas las hermandades porque “sois un pilar importante desde el punto de vista de la fortaleza, las raíces y las costumbres de los pueblos. Sois guardianes de las tradiciones y también sois pilar desde el ámbito social, trabajáis entre bambalinas para ayudar a quienes más lo necesitan”.

“Termino mi felicitación con el protagonista, Antonio Mulero, una persona de referencia en La Rinconada, que ha dejado huella en lo educativo, lo personal, en lo pedagógico. Somos nosotros los agradecidos, porque la historia que no se escribe se olvida. Necesitamos en el municipio a ciudadanos que quieran poner su tiempo a disposición de todo un pueblo. Si no se hubiese contado esta historia de la Hermandad, se perdería con el paso de los años o, probablemente, no se contaría con la fidelidad que lo ha hecho el autor”.

Biografía de Antonio Mulero Tudela

Nació en La Rinconada en 1951. Cursó la enseñanza primaria en la escuela unitaria de don Justo Monteseirín González. Estudió becado el bachillerato superior en los Escolapios de Sevilla, para continuar con la carrera de Magisterio en la Escuela Normal Nebrija, también con beca. Ha ejercido su labor docente durante cuarenta años, desde 1971 a 2011 en que se jubiló. Treinta de estos años lo ha hecho en La Rinconada, en el Colegio Guadalquivir.

Aficionado a la fotografía documental, posee un amplio archivo de fotos propias y otras recopiladas entre el vecindario, que se plasmaron en el libro ‘La Rinconada: Crónica en imágenes’. Su segunda publicación fue en colaboración con los investigadores locales Antonio Fernández Navarro y José E. Navarro Sánchez, una recopilación de fotos sobre la Hermandad de los Dolores y titulado ‘La Rinconada: Gozos y vísperas’. Su último trabajo es ‘Apuntes para una posible historia’. Ha pertenecido a distintas Juntas de Gobierno de la Hermandad de la Salud desde 1973, siempre de secretario. Ha sido pregonero de la Semana Santa rinconera en 1986, de las Fiestas Patronales en 1998 y del Cincuentenario de la Hermandad de la Salud en 2010.