El San José, que afrontaba el inicio de la segunda vuelta de la segunda fase ante el Aroche, sumó una victoria importante, casi se puede decir que salvó un match ball, porque de no haber ganado, la permanencia se hubiera puesto muy, pero que muy complicada. Sin embargo, la victoria, que no le ha servido para abandonar la zona de descenso por la sorprendente victoria del Torreblanca ante el Atlético Onubense (4-0), deja muchas dudas, porque los cañameros cometieron algunos errores groseros, quizás fruto del exceso de confianza por las limitaciones del cuadro onubense, que, de no enmendarse en semanas venideras podrían dar con resultados mucho más negativos.

Los azulinos, con Miguel Montaño como único central -y ha jugado poco este año en esa demarcación-, iniciaban el partido con Alvi acompañándole en el eje de la zaga. Juli estaba sancionado, Pablo tenía problemas laborales, y Jaime Otón e Ismael es probable que no jueguen más esta campaña por las lesiones que arrastran. Además, la ausencia de Relaño restaba contención en la medular, pero todos esos inconvenientes, pudieron superarse porque ya en el minuto 10, Fernando ganó la espalda a la defensa y batió a Josema de tiro cruzado. Y sólo dos minutos después, en una genialidad al alcance de muy pocos, Guti se sacó una vaselina desde la frontal que se convirtió en el 2-0, lo que dejó encarrilado el partido.

Pudo ampliar la renta el San José en la primera mitad, ocasiones tuvo para ello, pero también pudo marcar el Aroche en una desaplicación de la defensa, que acabó con un remate de Souto que se estrelló contra el cuerpo de Álex, que le encimó muy bien, y un remate alto del propio Souto con todo a favor tras un error grosero de Emilio a la hora de ceder un balón atrás.

En la segunda mitad, los cañameros acabaron de sentenciar. Primero el propio Emilio, de cabeza, tras un centro de Mimi y, dos minutos después, en el 58, con un remate desde fuera del área del propio Mimi.

La renta amplia en el marcador, las limitaciones del Aroche y lo plácido del partido puede que justifique un exceso de relajación de los de Che, pero los errores que cometieron los azulinos dejan preocupación a sus aficionados. Es cierto que pudieron llegar más goles, pero también los es que otro error defensivo provocó la llegada de Souto frente a Álex para, esta vez sí, anotar el 4-1, el gol del honor de los visitantes.

Pero, poco después, un error de Álex, que se embolicó cuando tenía el balón controlado con los pies, sirvió a Isaac para arrebatarle la pelota y, con la meta vacía, rematar al poste, en una jugada en la que la suerte se alió con los locales y que despertó incluso a los fantasmas de Alcalá. Luego, en el alargue, Kin marcó de cabeza, pero el malagueño Barba Chamorro, el colegiado de la contienda, a instancias de su auxiliar, anuló el tanto por fuera de juego.

De cara a la próxima semana, el San José recupera a Juli, Pablo y Relaño, lo que ofrece más alternativas a Che, pero enfrente estará el Atlético Onubense, que viene de dos derrotas consecutivas y que querrá resarcirse, además, ante su público. Si los cañameros conceden lo mismo que al Aroche, posiblemente el resultado pueda ser muy distinto y, viendo lo apretado del grupo, cualquier punto puede valer su peso en oro.

Como detalle, al inicio del choque se guardó un minuto de silencio porque el día del partido, 2 de mayo, se cumplían exactamente 17 años de la muerte de Parra en el terreno de juego. Un homenaje que hizo revivir el que, sin duda, es el episodio más triste de la historia cañamera.