Lo del Tres Calles empieza a ser un problema. El equipo de Domingo Ramírez ha disputado cinco partidos y suma 4 puntos de quince. Perdía en Carmona en su primer envite y ha saldado con empate los cuatro restantes. Y todos ellos han tenido el mismo denominador común. El equipo arrancaba bien los partidos, contaba ventaja en el marcador y, en el tramo final se dejaba empatar, incluso pudo haber perdido alguno de esos encuentros. Una tendencia que tiene que empezar a invertir y para ello, más que un problema físico o táctico, parece que tendrá que superar un problema mental, que es el que atenaza al plantel en el epílogo de los encuentros.

Frente al Alchoyano se sabía de antemano que no sería fácil, dado que los de Alcalá de los Gazules llegaban como líderes al Agustín Andrade. Sin embargo, esa diferencia clasificatoria no se palpó en la pista, en la que los rinconeros, espoleados por su afición, se pusieron por delante 2-0. De hecho, parecía que a la cuarta iría la definitiva, cuando el partido llegaba a los últimos cinco minutos con los dos tantos de renta, ambos obra de Juanjo. Pero en el 36, los gaditanos se metían en el partido al acortar distancias y los locales se inundaban de toda la presión generada en las jornadas anteriores. Y de nuevo, de la forma más cruel, en el último minuto, llegaba el empate y volaban otros dos puntos del feudo del Tres Calles.

La próxima semana habrá una nueva oportunidad, en este caso a domicilio, frente a La Palma, que viene de golear al Futuro Carmonense (1-7).