Más de 600 personas, entre niños, niñas y adultos, además de una veintena de ucranianos, entre refugiados por la invasión rusa de su país y otros que viven aquí en el municipio, tomaron parte en la VIII edición de las Miniolimpiadas, que supusieron la clausura de las Escuelas Deportivas 2021-2022 y que, este año, además de volver a celebrarse tras dos años de ausencia por la pandemia del Covid-19, estuvo dedicado a la lucha y la reivindicación de la paz, a raíz de la invasión rusa de Ucrania. “El deporte es la mejor medicina para la paz, porque los valores de esfuerzo, superación, compañerismo y solidaridad que emanan de su práctica suponen el grito más fuerte de la sociedad para que cese la violencia”, resumía el concejal de Deportes del ayuntamiento, Rafael Fernández.

De hecho, la ceremonia inaugural fue especialmente emotiva. Tras el desfile de las dieciocho modalidades deportivas que se desarrollarían a continuación, las gimnastas del Oso Panda exhibieron una coreografía con una canción popular ucraniana, ante el aplauso generalizado del público que abarrotaba el Felipe del Valle, y, a continuación, un grupo de chicos y chicas, acompañados de sus madres, nativos de Ucrania y que se encuentran en La Rinconada como refugiados, o que viven aquí, salieron con la bandera que representa el azul del cielo y el amarillo de los campos de trigo, mientras en la megafonía sonaba el himno de la ex república soviética y se producía una suelta de globos. El momento fue especialmente emotivo, sobre todo, para las madres ucranianas, que no pudieron contener las lágrimas, pero también para vecinos y vecinas de La Rinconada, visiblemente emocionados por lo simbólico del acto. Como broche de oro, uno de los niños refugiados, junto al edil Rafael Fernández, encendieron el pebetero con la antorcha Olímpica.

Luego, repartidos por grupos de actividades perfectamente estructurados, se fueron repartiendo por las distintas instalaciones al servicio de esta actividad. Así, el Felipe del Valle acogió las pruebas de Atletismo, Psicomotricidad e Iniciación deportiva; el Anexo se encargó del Fútbol 7; el Dehesa Boyal ubicó el circuito BTT y las acciones de Zumba y Zumba Kids para pequeños y mayores, y el Patinaje; el Pepe González acogió las pruebas de Balonmano; el Blanca de los Ríos el Baloncesto; la Piscina Cubierta la Natación; el Polideportivo El Mirador el Tenis, Pádel, Voleibol y Fútbol 7 -categoría Prebenjamín-; el CEIP Nuestra Señora del Patrocinio el Bádminton y el Baile Moderno; el Carmen Laffón el Fútbol Sala; y el Fernando Martín, la Gimnasia Rítmica.

Tras la competición, en la que todos resultaron ganadores, volvieron al epicentro de la actividad, el Felipe del Valle, para celebrar la ceremonia de clausura, que sirvió de broche de oro a la temporada de Escuelas Deportivas, en la que los participantes recibieron una camiseta y un diploma conmemorativo, y volvió a desfilar la bandera ucraniana, junto a la de La Rinconada y la de los aros Olímpicos.

El delegado de Deportes destacaba que las Miniolimpiadas son “una gran fiesta del deporte, que reúne todos los valores positivos que emanan de él y que, en esta ocasión, sirven también para mandar apoyo al pueblo ucraniano, que está sufriendo la invasión rusa”. Rafael Fernández continuó destacando que “aquí todos los participantes son campeones y campeonas y así se lo reconocemos porque aquí se cumple eso de que lo más importante es participar, poniendo de manifiesto que el deporte no tiene barreras”.