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Y con el flamenco llegó una noche duende

Cultura y ocio |

El V Encuentro Flamenco Nueva Jarilla demostró una vez más que es un evento consolidado entre los amantes del cante jondo y contó con un cartel de altura con Luis Perdiguero, Macarena de Jerez y Pedro El Granaíno, al cante y Antonio Carrión y Antonio de Patrocinio, al toque. Este año el artista local ha sido el guitarrista Manuel Herrera hijo

La noche prometía cante y del bueno. Noche fresca y estrellada. Un público entendido en este arte universal, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Todo un conjunto de circunstancias que hicieron que el V Encuentro Flamenco Nueva Jarilla fuera un éxito, una vez más, y que quedará marcado en la historia del flamenco del municipio.

Dio inicio el festival con la bienvenida del Ente Urbanístico de Conservación Nueva Jarilla Residencial y del Ayuntamiento de La Rinconada. Así, el presidente del Ente, Rafael Marín, dio la bienvenida a las personas asistentes y destacó que “estamos encantados de que la gente de fuera nos conozca y de organizar y acoger a todo el mundo”. Además, señaló que “este encuentro es posible gracias a los vecinos y vecinas que en los presupuestos de la urbanización fijan una cantidad para patrocinar este festival, a la colaboración del Ayuntamiento y de empresas colaboradoras como Mantillos El Clavel o Rafael Valverde RVG”.

El delegado de Hábitat Urbano, José Manuel Romero Campos, felicitó al Ente por la organización de este festival un año más, un evento flamenco que “ya es referencia en la provincia y que crece en cada edición con un cartel con los artistas más destacados del panorama actual” y subrayó que da inicio el programa que lleva a cabo, cada verano, las áreas de Cultura y Deportes del Consistorio rinconero en la urbanización y que implica una programación cultural potente, al aire libre, que apuesta por la creación local, así como,  actividades deportivas para niños y adultos. Romero Campos estuvo acompañado por los ediles de Fiestas Mayores y de Seguridad Ciudadana, Rafael Reyes y José Antonio Ruiz Dorado.

Tras el acto protocolario, el presentador del festival, Salvador Milla contó a los asistentes aquel primer concurso de cante jondo celebrado en Granada en junio de 1922, una iniciativa de Manuel de Falla, Federico García Lorca y otros destacados intelectuales de la época, un acontecimiento relevante en la historia del flamenco y que marcaría un antes y un después para este arte, para dar paso, tras esta disertación, a la primera actuación de la noche que corrió a cargo de Manuel Herrera hijo, joven guitarrista local ganador del Talento Flamenco de Guitarra de Acompañamiento de la Fundación Cristina Heeren. 

Cantaor gitano, de raíces jerezanas pero nacido en Málaga, Luis Perdiguero, acompañado al toque por Antonio Carrión, fue el primer cantaor de la noche. Familia de los Paulera, es también biznieto de Tía Anica La Periñaca. Con solo cinco años abrió su voz al cante flamenco en Ronda, en el Homenaje a Juan Orillo, hermano del cantaor Rancapinos, junto a Chano, Juan Villar y Juana la del Revuelo. Cantó por bulerías con la guitarra de Juan Domínguez y comenzó lo que hoy es ya un hecho: una vida dedicada al cante. Con diecisiete años se lo planteó como profesión y comenzó su camino por tierras andaluzas. Sobre el tablao de Nueva Jarilla, esta cantaor y poeta cantó fandangos, bulerías, alegrías… con la pasión y el sentimiento que le caracteriza.

Macarena de Jérez, para la que el flamenco es su manera de “hablar y respirar”, derrochó todo ese poderío que da ser mujer y flamenca sobre el escenario del parque Nueva Jarilla, acompañada por Antonio Carrión a la guitarra. Esta cantaora larga domina como nadie los palos más genuinos de su tierra, es decir, malagueña, soleá, seguiriyas, tangos, fandangos o tarantos y bulerías donde ofrece una amalgama de estilos y recursos que acaban por convencer al público. 

Tanto Perdiguero como Jeréz estuvieron acompañados a las palmas por Concha Carrión, María Carrión y Manuel Vinaza.
Para cerrar este festival, figura de primer nivel, Pedro El Granaíno, que ya estuvo presente en el municipio en la inauguración de la Casa del Flamenco. Con su voz racial, con los matices de su garganta, el color de su voz, la manera de interpretar los cantes, el respeto a los clásicos, su temple y su fuerza, su carisma tan personal y esa voz gitana y antigua tan inconfundible que posee, y que hace que sea reclamado por peñas y festivales flamencos. Acompañado al toque por Antonio de Patrocinio y a las palmas por Miguel Heredia y Javier Silva.

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