La Torre del Cáñamo forma parte de la identidad del municipio y de su patrimonio industrial. Una edificación que ha ilustrado carteles de festividades de La Rinconada y que su ciudadanía conoce muy bien porque forma parte del skyline de la localidad y es una de sus señas identitarias.

Tras la reforma de esta chimenea de 64,20 metros de altura, que data del primer tercio del siglo XX y que va más allá del pasado azucarero del núcleo de San José, el área de Infraestructuras Públicas ha actuado en la Plaza Maracena, donde se ubica, dentro del Plan Integral de mantenimiento y optimización de la escena urbana.

Las obras, financiadas a través del Plan Contigo de la Diputación de Sevilla, han permitido ejecutar diferentes caminos peatonales, zonas verdes con vegetación, nuevo mobiliario y paneles informativos alusivos a la historia de la Torre y su importancia para el desarrollo de La Rinconada. Además, se ha actuado con los edificios públicos existentes en el entorno, como son las dependencias de Radio Rinconada y el antiguo cine de verano, donde desarrolla actividades el área de Juventud. Por otro lado, también se ha renovado la iluminación de todo el recinto.

El alcalde, Javier Fernández, ha visitado el resultado de las actuaciones acompañado por el edil de Infraestructuras Públicas, Rafael Reyes, donde ha destacado que “apostamos por la conservación de la Torre del Cáñamo como seña identitaria del municipio, dentro del barrio de San José, para que perdure la memoria de su desarrollo, vertebrado gracias al trabajo de las generaciones anteriores, y ahora hemos actuado en el entorno para crear un espacio singular y punto de encuentro”.