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El San José se deja dos puntos en el alargue ante el Demo, en un partido en el no demostró la diferencia que se presupone, pero en el que perdonó la sentencia
El San José se dejó dos puntos en el Felipe del Valle ante el Demo en un partido en el que no ejerció un dominio arrollador, pero en el que sí tuvo ocasiones para haber sentenciado.
Hay algunas máximas en el fútbol que, sin ser matemáticas, si tienen mucho de empírico detrás. Entre ellas, que quien perdona lo acaba pagando, que el fútbol se construye desde la seguridad defensiva y que el primer principio de la estrategia es defender las jugadas a balón parado. Los cañameros las incumplieron todas y eso, al final, fue su condena. Un minuto antes del gol del Demo (en el 93’) Kisko había tirado contra el portero una contra cañamera que hubiera significado el 2-0. El error es más flagrante, porque el delantero tenía a Sabo para darle el balón y que la empujara a placer, pero pecó de egoísta. En la siguiente jugada, un balón colgado desde el centro del campo, lo aprovechó el cuadro de San Jerónimo para empatar. No es que no se viera venir, porque los visitantes remataron todos los centros, ganaron todas las jugadas a balón parado.
El duelo comenzó como se esperaba. El San José trataba de tener el balón y acercarse a los dominios de Ismael. El Demo, bien plantado atrás, trataba de aprovechar el más mínimo resquicio para explotar la velocidad endiablada de Ennoury. Los aficionados azulinos comprobaron que el ex cañamero sigue igual… desequilibrante como el que más, pero negado en la definición. Los viejos aficionados dirían aquello de “si tuviera definición estaría jugando en Segunda B”.
En los primeros minutos llegaría la más clara del Demo, en un remate que Pablo sacó perfectamente a mano cambiada. Después, en un córner, Parra hizo gol para los de San Jerónimo, pero Borrero Valverde lo anuló por falta previa del futbolista del Demo.
Más polémica conforme pasaban los minutos. Penalti muy claro a Mimi que ni el colegiado ni su auxiliar apreciaron, y luego, otro posible penalti a Ennoury, que se fue al suelo tras recortar a Pablo. Tampoco lo estimó el trencilla.
En el 27, un balón largo a la espalda de la defensa del Demo, que reclamó fuera de juego de Dani Sánchez, sirvió al canterano para conducir, plantarse delante de Ismael y batirle por bajo. El San José se adelantaba en el marcador y parecía que el partido se volvería más abierto y con más opciones, pero el Demo no cambió mucho su forma de jugar. Eso sí, los azulinos tuvieron el 2-0 en una jugada espectacular de Dani Sánchez, uno de los pocos brotes verdes en los de Marco Fernández, que se llevó la pelota entre dos contrarios, se la dio a Mimi y éste metió el pase de la muerte para que Kisko, solo en boca de gol, rematara incomprensiblemente fuera.
En la segunda parte el partido bajó muchos enteros. Disminuyó la fluidez y las ocasiones brillaron por su ausencia. Los de San Jerónimo basaban todas sus opciones en balones laterales colgados, que siempre lograban rematar, aunque sin precisión y peligro, mientras el San José movía el banquillo tratando de buscar la sentencia. En el alargue, Kisko volvió a errar ante Ismael, que le sacó el remate con el pie mientras Sabo se desesperaba por no recibir la pelota de su compañero. Y, en la jugada siguiente, un balón desde el centro del campo lo peinó hacia atrás Rojo haciendo imposible a Pablo quedarse con él. Era el minuto 94 y el San José se quedaba con cara de tonto.
Con este resultado, los del Felipe del Valle se quedan con cinco puntos -una victoria, dos empates y una derrota- ante rivales, todos, teóricamente inferiores, antes de visitar el Nuevo Ramos Yerga el 12 de octubre para vivir el derbi con el Rinconada, un partido al que llega necesitado, igual que su rival y que, si es capaz de ganar lloverá menos, pero que si pierde dejaría al equipo muy tocado y al ambicioso proyecto cañamero tiritando.