El San José venció al San Pablo Pino Montano en un partido de masticar piedra en el que los capitalinos apretaron y, a pesar de sus limitaciones -farolillo rojo y con sólo 14 jugadores en la convocatoria-, crearon apuros a los cañameros y, por momentos, fueron superiores, le quitaron el balón y se asomaron a los dominios de Iván, que sustituía a Linares, ausente por el fallecimiento de su abuelo. Para él, para el que fuera socio número 2 del club, Antonio 'Trigo' y para la jugadora Cadete del Sporting de Huelva, hubo un respetado minuto de silencio.
La calidad era el punto diferencial en el choque, porque los azulinos evidenciaban muchos más argumentos que los de Aurelio Bielsa, aunque no anduvieran finos y acumularan bajas. No estaban los sancionados Joaquín, Alberto y Luis Cubero, amén del mencionado Linares. Luca Parrado y Samu, del Juvenil, eran titulares mientras que Unai y Mario esperaban su oportunidad en el banquillo. También en la reserva se estrenaba Dani Romero que debutaría en la segunda mitad. 

Selu se asomaba por la derecha y Luca por la izquierda, aunque la presencia en ataque de Kisko y Dani Sánchez restaba mucha briega en la presión a los de 'Josito' Hernández. El Pichichi pudo marcar, pero estrelló su lanzamiento en el portero aunque la jugada estaba invalidada por Romero Gómez, a instancias de su auxiliar por fuera de juego.

El más activo en ataque fue Mateos. El brenero arrancaba la moto y se iba en busca de la meta rival. Además, presionaba la salida del balón rival y se fajaba en defensa. Lástima que no se atreva más a disparar a puerta, como le indicaba desde la banda el entrenador, pero fue un incordio constante. 

Con poco que destacar se esfumaba la primera parte, hasta que en el 43, una falta de Pepe Calderón la remató Manu Gallardo al fondo de la red. El San Pablo, en el césped y en el banquillo, protestó tremendamente la posición del central, pero no era fuera de juego. De hecho, Gallardo le había indicado al auxiliar su posición antes de que se sacara la falta, sabedor de que iba a intentar el remate.

La ventaja en el marcador restó tensión al equipo, que se vio por delante, consciente de haber hecho lo más difícil. Además, la cercanía del descanso le permitió replantear la contienda y redefinir la estrategia.

En la segunda parte se movió el banquillo. Entró Said, que empezó a bajar balones con el pecho y a repartir asistencias. En el 61, un balón colgado desde la banda lo amortiguó para dejarlo muerto en el punto de penalti para que Josemi rematara y batiera al arquero visitante.

Y con 2-0 se acabó el partido. El San Pablo tenía ganas y compromiso, pero las fuerzas fallaban y lo que se olía era el 3-0. Los azulinos lo intentaron, pero Said y Mateos no encontraron portería.

En el 87 'Josito' metió a Mario, el portero del Juvenil, y el cambio no sentó bien al banquillo capitalino, que lo entendieron como una falta de respeto, mientras los azulinos se afanaban en explicar que era un premio al trabajo del chaval durante la semana.

Gómez Rivero dio cuatro de alargue pero pitó el final en el 92, cerrando así una nueva victoria del San José que seguirá tercero, metiéndole dos puntos al Ventippo que se dejaba un empate ante el Mosqueo y a la espera de lo que hagan Mairena y Alcalá, que se ven las caras en el Nuevo San Bartolomé. Su rival, que, en lo que a puntos se refiere, ya ha entregado la cuchara, seguirá peleando por vergüenza torera y exhibiendo compromiso, que puede que le haga robar puntos a algún rival que afortunadamente, no será el San José.