La violencia donde los niños son utilizados para dañar a la mujer tiene un nombre, Violencia Vicaria. Este término, acuñado por la psicóloga Sonia Vaccaro, y su libro ‘Violencia Vicaria. Golpear donde más duele’, ha reunido a diferentes profesionales y expertos en violencia de género en La Rinconada, sirviendo el encuentro para abordar y debatir sobre cuándo despertar signos de alarma, prevenir o cómo actuar ante este tipo de violencia.

El área de Igualdad ha invitado a Sonia Vaccaro, psicóloga, perita forense, experta en victimología y violencia basada en el género a presentar su nuevo libro, donde se analiza en profundidad este tipo de violencia de género donde los niños son utilizados para dañar a la mujer. En él, Vaccaro  recoge su experiencia trabajando codo con codo con la Asociación de Mujeres de Psicología Feminista y donde se han analizado más de 400 casos reales. 
Cira García Domínguez, jueza del Juzgado de Violencia sobre la mujer de Getafe, fue la encargada de introducir a la autora, alabando su trabajo, su experiencia y su delicadeza. 

Sonia, explicó, que acuñó en 2012 el término violencia vicaria tomando vicario como adjetivo, que se define como que ocupa el lugar de otra persona o la sustituye.  “Es una modalidad de violencia de género que toma a las hijas e hijos como objeto para continuar el maltrato y la violencia sobre la mujer. A veces, esta violencia se ejerce sobre otra persona significativa para ella, llegando incluso a dañar a las mascotas. El objetivo final es dañar a la mujer, golpearla donde más duele”. 

Se ha referido al rol patriarcal, al pater familias, que se eleva sobre el bienestar y la seguridad de las criaturas, “el imaginario colectivo sigue siendo patriarcal y privilegia el rol de padre sobre el derecho de las niñas y niños a vivir una vida libre de violencias”. Ha afirmado que “los que usan a los niños y niñas como objetos para dañar a las madres no pueden llamarse padres”, y que “el Síndrome de Alienación Parental es un invento patriarcal para atacar el rol materno y reforzar el mito de mala madre”. Además, ha relatado cómo vivir en un ambiente de violencia en el cual la madre es maltratada, provoca secuelas “que hacen que mujeres y hombres actualmente exitosos revivan con temor esas escenas del pasado al escuchar, por ejemplo, unas llaves o un ascensor”.

En su intervención ha explicado que el hombre violento y maltratador, según sus estudios, no responde a ningún patrón social o económico, pero sí poseen la misma conducta, mismas amenazas y un comportamiento determinado, frente al que las instituciones tienen que actuar y no esperar.  “La mayoría de los asesinos eran el padre biológico (82%), carecían de antecedentes penales y de enfermedades a las cuales poder atribuir su conducta. Por el contrario, el tipo de crimen cometido nos muestra una planificación previa puesto que compraron el arma con la cual asesinaron, el día antes, a veces varios días previos. Los detalles del delito fueron planificados al milímetro, no fueron crímenes como producto de un ataque de furia o un arrebato”.

En el acto, junto a la delegada de Igualdad, Noelia Ramírez, también intervinieron Carmen Martínez Perza, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género del Gobierno de España y Flor de Torres Porras, fiscal delegada de Andalucía de Violencia contra la Mujer.

La importancia de que los niños y niñas no sean invisibles en estas causas, que tengan voz y estén protegidos. El valor de unir estrategias, la erradicación y prevención de estas violencias, ha sido el objetivo común de las participantes y el foco de las charlas, que abrió debate dando paso a los asistentes para consultas a las expertas y nuevos puntos de vista.

Noelia Ramírez, por su parte, agradeció a todos los participantes y asistentes y explicó las acciones que desde el área desarrollan “por una política integral de igualdad entre hombres y mujeres que implique a todas las áreas de gestión municipal y contemple la prevención de la desigualdad, la eliminación de las violencias de género y la promoción social de la mujer como criterio básico de actuación”. Asimismo, afirmó que “La Constitución y las diferentes leyes y normativa avalan una situación de igualdad entre mujeres y hombres, pero todas sabemos que en la vida cotidiana se originan constantemente situaciones discriminatorias producto de un enraizado sistema patriarcal que excluye a las mujeres, reproduciendo constantemente estereotipos sexistas y de género”.