Culmina el Ciclo de Novela Histórica ‘Radiografía del tiempo’ de Estación de las Letras, la Feria del Libro de La Rinconada, y lo hace con un autor de peso, José Calvo Poyato, uno de los autores de novela histórica más reputados del país, cuenta con una amplísima bibliografía, alrededor de cincuenta volúmenes, entre los que destacan novelas como ‘La Biblia Negra’, ‘El hechizo del Rey’, ‘Jaque a la Reina’, ‘El manuscrito de Calderón’ o ‘El sueño de Hipatia’, entre otras. Recientemente ha publicado ‘Rey regente’, una novela sobre la regencia de Fernando El Católico.

El Centro Cultural Antonio Gala ha sido testigo de este encuentro que de nuevo ha tenido como público a alumnado de institutos de la localidad, en esta ocasión el Antonio de Ulloa. Y es que este es “un proyecto semilla que busca que la juventud se enganche a la lectura y que mejor forma de hacerlo que con encuentros con escritores y escritoras para conocer su obra, sus procesos creativos y poder entablar un diálogo con ellos y ellas”, ha referido el delegado de Deportes, Francisco José Rodríguez, que ha presentado el acto y ha dado la bienvenida tanto al público juvenil como a José Calvo Poyato y al escritor Salvador Gutiérrez Solís que ha dirigido este ciclo.

En primer lugar, el autor de ‘El sueño de Hipatia’ ha lanzado un mensaje a los y las jóvenes: “Espero que seáis lectores, leer significa visitar otros mundos, mundos que quizás nunca lleguéis a pisar, pero que podéis conocer a través de las páginas de los libros. En una sociedad donde la imagen os tiene a muchos obsesionados, la lectura significa ser diferente, hacer algo que no hacen todos y vivir sensaciones que os permitirán crearlas”.

Tras esta reflexión sobre la importancia de leer, Calvo Poyato ha explicado qué requisitos debe reunir una novela para ser considerada histórica. Así, ha señalado que hay que tener en cuenta tres conceptos. “El primer concepto que debemos tener en cuenta es que es una novela, entendiendo por tal que hay ficción, elementos que nacen de lo que el propio escritor crea”.

El segundo concepto es que debe recoger a un personaje histórico o un acontecimiento “y eso debe tratarse si no con el rigor que se exige a un historiador, no alejarse de lo que la historia nos ha contado”.

La tercera cuestión para el escritor es la cuestión del tiempo. “Debe haber una distancia temporal en el momento en que el escritor escribe y lo que está contando. Se han establecido muchas normas, los ingleses dicen que 37 años. Mi criterio es que haya transcurrido tanto tiempo que el acontecimiento o los personajes no levanten pasiones, no levanten enfrentamientos, tensiones”. Y ha puesto de ejemplo la Guerra Civil española que “sigue despertando pasiones, sigue generando tensiones, y creo que mientras ese acontecimiento histórico despierte esas tensiones no debe abordarse como novela histórica”, frente a el conocido como ‘El desastre del 98’, la guerra de Cuba, que en los años sesenta del siglo pasado, habiendo trascurrido 70 años de aquello, menos que el tiempo transcurrido desde 1939 a hoy, “ya no levantaba pasiones y podía tratarse como novela histórica. No es una cuestión de tiempo, sino que el acontecimiento nos permita acercarnos a él con la tranquilada y serenidad que requiere”. Además, ha querido aclarar que no cree que una novela se convierta en histórica con el paso del tiempo, ya que eso requiere de una voluntad de escribirla.

También ha hablado sobre su última novela ‘Rey regente’ y la construcción de diálogos en este tipo de novelas. “Para construir un dialogo, cuando uno quiere escribir un texto histórico, tienes que ver cómo se dirigen unas personas a otras en una época determinada y esto ha variado a lo largo de la historia”. ‘Rey regente’ transcurre entre noviembre de 1504, cuando muere Isabel La Católica y enero de 1916, con la muerte de Fernando. “En aquella época los españoles se hablaban de ‘vuesa merced’, y esto al novelista le crea un problema, porque en una escena de intimidad, tienes que valerte de un recurso de no romper la forma, pero que no choquen en determinadas circunstancias y situaciones”.

Otra de sus novelas es ‘La ruta infinita’ sobre la primera vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano. Un título que se lo sugirió su amigo, también escritor, Santiago Posterguillo, y que decidió escribir porque “yo veía en libros de historia que la primera vuelta al mundo la dio Magallanes y no es verdad, quien la da es Elcano y quería deshacer eso, porque soy de los que piensan que los españoles maltratamos nuestra historia, tenemos momentos de sombras, pero también momentos brillantes. En ese deseo de los españoles de movernos más por los aspectos negativos, hay que romper lanzas para poner en valor los momentos brillantes”. Ha explicado que en el Tratado de Tordesillas, portugueses y españoles se repartieron el mundo y que Carlos I le había dicho a Magallanes que debía ir y volver por el hemisferio que pertenecía a España, pero cuando en 1521 muere Magallanes, Elcano desobedece al rey y da la vuelta completa.

Calvo Poyato ha comentado que lo atractivo era contar cómo vivían en el barco, lo que comían, como se bañaban… y que tuvo ayuda de un capitán de la armada española que le ayudó a corregir los errores cometidos en cuestiones marítimas. Y es que “escribir una novela no es redactar, esa es la última parte del proceso de la escritura, si uno quiere crear un determinado ambiente de un sitio debe viajar, leer, investigar… son meses de trabajo”. Para el escritor “en una novela histórica hay que respetar los acontecimientos, el final se sabe, para mantener el interés del lector hay que tirar de recursos literarios para que la historia que estoy contando no sea un aburrimiento”.

También ha señalado que el lector de novela histórica es muy exigente y ha contado una anécdota sobre su novela ‘El año de la República’, ambientada en 1873, donde hay una escena de una corrida de toros donde el torero corta dos orejas. “Me escribe un lector de Zaragoza y me dice que lo de dar orejas de los toros se instauró en 1910. Cuando se sacó la segunda edición suprimí lo de las orejas”.

El público también ha hecho diferentes preguntas al autor. Como qué lo llevo a escribir su primera novela ‘El rey hechizado’ sobre la figura de Carlos II. “Me doctoré en historia moderna, mi tesis era el tránsito de la casa de Austria a los Borbones. Me había acercado mucho a la figura de Carlos II, que era un pobre diablo, que tenía la responsabilidad de gobernar el imperio más grande sobre la tierra, me pareció que era un personaje desgraciado. No podía cambiar históricamente al Carlos II de la historia, pero en una novela me podía permitir ciertas libertades que el historiador no podía. Fue el deseo de ser un poco más amable con un personaje que históricamente tenía un perfil muy negativo y pensé que aquello era un desahogo”.

Para finalizar ha aconsejado a toda aquella persona que quiera ser escritora que no tenga prisa en editar, que en algún momento sepa que debe terminar de corregir lo escrito y, por último, que si escribe sea para estar cómodo y disfrutar, no para sufrir.