Empate sin goles en la ida de las semifinales del Play Off de ascenso a División de Honor en un partido que, como todo derbi, máxime con lo que ambos se juegan, ofreció una imagen espectacular de las gradas del Nuevo Ramos Yerga, llenas de color por parte de las dos aficiones, pleno de emoción sobre el césped, con ocasiones por ambos bandos y con la idea en la mente de los entrenadores de un segundo partido en una semana en el Felipe del Valle.

Más de 1.000 personas se dieron cita en el feudo rinconero que supo hacer un hueco para la solidaridad con la promoción y difusión de la Asociación 1.001 Sonrisas, que trabaja con niños y niñas con diversidad del municipio. Los jugadores salieron con chicos y chicas de la asociación. Luego la foto de los capitanes, David Cuevas y Raúl Cabrera, con el trío arbitral, encabezado por Medina Jiménez, que hizo un gran arbitraje y tuvo la virtud de contentar a los dos contendientes, signo inequívoco de un buen trabajo.

Para que no faltara un detalle, José Antonio Rodríguez Torres interpretó en directo el himno del Rinconada, haciendo, además, las veces de speaker durante el partido. Las gradas fueron espectaculares, con un respeto absoluto sólo roto por algunos cánticos de los sectores más jóvenes de uno y otro equipo que rápidamente reprendía desde la megafonía del estadio el club local. Pero la comunión entre las dos aficiones, muchos de ellos amigos y familiares, fue el denominador común de un partido que fue un ejemplo para el fútbol en particular y el deporte en general de toda la provincia, un ejemplo que se trasladó también al campo, donde los dos equipos exhibieron una deportividad absoluta, del mismo modo que sus entrenadores y dirigentes, que demostraron lo que debe significar un derbi, que no es otra cosa que una gran fiesta del fútbol.

Cuando el balón echó a rodar, ambos trataron de llevarse el partido con sus armas. Benítez volvía a la titularidad y demostraba las condiciones que llevaban echando de menos varias semanas sus aficionados, siendo un valladar en el centro del campo. Ninguno renunció al ataque, pero, en líneas generales, las defensas se impusieron a los ataques, porque Barajas no pudo superar a Manu Gallardo, ni David Cuevas a José Mari. En este apartado, cabe destacar también el marcaje de Pitero a Ángel, al que logró anular y, cuando el de Guillena fue sustituido, el ex del Torreblanca se sacó un pase mágico de la chistera que a punto estuvo de convertir Estévez. Pero eso fue ya en la segunda parte.

De inicio, el San José trató de tener más el balón, pero a medida que fue pasando el partido el control del esférico pasó al Rinconada, con mayor exigencia que los visitantes al no servirle el empate. Los cañameros no pasaban apuros, y trataban de morder a la contra, como hizo Raúl Cabrera, que tuvo una clarísima que se estrelló en el palo de la meta de Álex Arenas. La réplica del Rinconada, nació de una buena combinación que acabó con un pase a Cuevas, que cruzó en exceso en la salida de Sebas. José Mari vio la amarilla en esa acción al protestar un fuera del Pichichi rinconero.

En el palco, el alcalde, Javier Fernández, acompañado por el edil de Deportes, Francisco José Rodríguez y los máximos representantes de ambas entidades no perdían detalle y, a pie de campo, Fran Martínez, Iván Salgado y José Luis Mitchell, junto a Nando y Josito como comentaristas de excepción, le ponían el alma a cada comentario para alimentar la emoción que, ya de por sí, tenía el partido.

En la segunda parte, el Rinconada, a medida que fueron avanzando los minutos, fue apretando más y más, con mayor profundidad de banquillo, ante un San José que terminó el encuentro muy cansado, pero sin hacer prácticamente concesiones. Los cañameros tuvieron dos ocasiones muy claras. La primer, de nuevo de Raúl Cabrera, que remató al larguero un centro desde la derecha. Después, Barajas, recibió un pase tras una internada de Pepe Calderón y lanzó un tiro ajustado a la cepa izquierda de la meta de Álex Arenas, que sacó una mano salvadora para los suyos. De rechace no pudo rematar y, al final, Raúl Cabrera la tiró alta.

Conforme se acercaba el final más crecía el dominio blanquiazul. Ángel se sacó un pase de los que sólo él es capaz de dar y dejó solo a Estévez, que cruzó en exceso entrando por la derecha. Poco ante, tras una excelente combinación entre el ex del Torreblanca, Samu y Cuevas, la jugada acabó con una parada espectacular a bocajarro de Sebas, aunque la jugada estaba invalidad por fuera de juego del rematador.

Medina Jiménez decretaba cuatro minutos de alargue y señalizaba el final sin que se moviera el marcador, por lo que todo se decidirá en el duelo de vuelta en el que, de inicio, el San José saldrá clasificado por el empate, pero en el que pasará quien gane el partido.

Tras el duelo, pasaron por los micrófonos de Radio Rinconada los entrenadores, que valoraron el partido desde su propia perspectiva, analizando las opciones que los suyos habían tenido para lograr la victoria. Ambos coincidieron en que la eliminatoria está abierta y que en el Felipe del Valle pueden pasar muchas cosas. Después, los goleadores de la temporada en los dos clubes, Cuevas y Barajas, se conjuraron en antena de cara al partido de la semana que viene. Antes del comienzo, los oyentes escucharon a los presidentes poner en valor el trabajo de sus entrenadores y sus plantillas, y al alcalde, Javier Fernández, reconocer que “por encima de todo, esto es una fiesta del fútbol, una fiesta de la localidad, que pone de manifiesto que, si los dos han llegado hasta aquí, a jugarse el ascenso, es señal de que han hecho muy bien las cosas a lo largo de la temporada, por lo que bienvenidos sean partidos así”. Por último, el edil de Deportes destacaba, en la misma línea que el regidor rinconero, que “si en septiembre nos dicen que ambos equipos se van a jugar la semifinal por el ascenso, lo hubiéramos firmado”.