El IES Carmen Laffón y la Hacienda Santa Cruz han sido los escenarios elegidos para celebrar dos mesas redondas bajo el título ‘Mujeres y gays en el deporte andaluz 1975-2000: A la conquista del espacio público’, que surge de este proyecto de la Universidad de Sevilla, financiado por la Junta de Andalucía, y que el área de Memoria Histórica, en colaboración con el área de Igualdad y Diversidad, ha celebrado en el municipio.

La primera de las mesas, ha tenido lugar en el instituto Carmen Laffón con alumnado de la ESO, y ha contado con los profesores de la Hispalense Gonzalo Ramírez Macías y Joaquín Piedra de la Cuadra, responsables del proyecto y María José Lasaga Rodríguez. También han estado presentes la delegada de Igualdad y Diversidad, Noelia Ramírez, y el responsable municipal de Deportes, Francisco José Rodríguez.

Los profesores han explicado al alumnado que, durante este periodo (1975-2000), el país transitaba de una dictadura a una democracia, y el deporte reflejaba muchas de las tensiones sociales que surgían con la llegada de nuevas libertades, de hecho, en el ámbito deportivo pervivieron muchas de las reglas escritas y no escritas del deporte tardofranquista. La transición política se dio de la mano de un proceso de modernización que, sin embargo, no siempre se reflejó de manera inmediata en las prácticas sociales, especialmente en áreas tan estructuradas como el deporte.

“Todavía persisten estereotipos de género, desigualdad y discriminación en el deporte”, ha señalado Noelia Ramírez durante su intervención en la que ha dado la bienvenida a los ponentes.

En esa misma línea se ha manifestado Francisco José Rodríguez que ha resaltado la “importancia de la educación y la concienciación en torno a la diversidad, para que las futuras generaciones de deportistas puedan practicar su deporte favorito sin miedo a ser discriminadas por su identidad de género o sexualidad”.

La segunda mesa redonda se ha celebrado en la Hacienda Santa Cruz, abierta al público en general. Ha estado moderada por Gonzalo Ramírez Macías y ha contado con dos figuras claves: Patricia Blanco López, exjugadora profesional de baloncesto, y Gonzalo Serrano, educador y co-presidente de la Federación Andaluza LGTBI+ ArcoIris. Ambos, desde sus respectivas experiencias, han abordado los obstáculos y las barreras que tuvieron que superar en un contexto social y político de marcado conservadurismo y exclusión que, sin duda, afectaba directamente al ámbito deportivo.

La delegada de Memoria Histórica, Fátima Vargas, que ha abierto este acto, ha insistido en que “este no sólo es un espacio de reflexión sobre las dificultades pasadas, sino también un foro abierto para discutir las limitaciones que aún persisten en la actualidad, ya que aún existen brechas que dificultan la plena integración de las mujeres y la comunidad LGTBI+ en todos los niveles del deporte”.

Patricia Blanco, jugadora de baloncesto en clubes españoles y alemanes, en una época en la que el deporte de élite estaba claramente dominado por hombres, ha relatado cómo la práctica deportiva femenina fue invisibilizada y subestimada durante su carrera. A lo largo de su intervención, Patricia ha destacado los esfuerzos constantes para reivindicar un espacio para las mujeres dentro de un sistema deportivo que no solo las relegaba a un segundo plano, sino que además las empujaba a enfrentarse a prejuicios y discriminación. Por otro lado, Gonzalo Serrano, quien vivió y participó en el deporte durante un periodo en el que la identidad de género y la orientación sexual aún eran tabúes, ha hablado no sólo de la exclusión que sufren las personas homosexuales en un ambiente históricamente heteronormativo, sino de los insultos y vejaciones que sufrían y aún sufren.

La intervención de ambos ponentes ha puesto de manifiesto el modo en que las normas de género y las expectativas sociales de la época se proyectaban en la práctica deportiva, generando un entorno hostil para las mujeres y las personas LGTBI+. En el caso de las mujeres, Patricia Blanco ha recordado cómo las jugadoras de baloncesto, a pesar de ser talentosas, tenían que lidiar con la falta de visibilidad mediática y los escasos recursos económicos para el desarrollo del deporte femenino. Las infraestructuras y el apoyo institucional eran insuficientes, lo que dificultaba no solo el acceso al deporte de élite, sino también el reconocimiento de las atletas como verdaderas profesionales.

Por otro lado, Gonzalo Serrano ha abordado las dificultades que enfrentaban las personas homosexuales, especialmente los hombres gays, quienes se veían forzados a ocultar su identidad por miedo al rechazo, tanto dentro de los equipos como en la sociedad en general. El estigma que rodeaba a la homosexualidad generaba un ambiente de desconfianza y, en muchos casos, de exclusión activa, a pesar de que los avances sociales de la época comenzaban a permitir una mayor visibilidad y aceptación de la diversidad sexual en otros ámbitos.

La participación activa de las personas invitadas y el enriquecedor debate con los asistentes han permitido visualizar un futuro en el que la igualdad y la diversidad sean finalmente una realidad en el ámbito deportivo.