El Rinconada perdió en la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo y se quedó a las puertas del ascenso a División de Honor en detrimento del Real Betis C, una derrota que pone en el candelero la legitimidad de cruzar a equipos profesionales, como el filial verdiblanco, con otros amateurs, después de que la final confirmara (0-2 y 3-0) lo que se había visto en la Liga Regular, en la que los béticos aventajaron a los de Raúl Carmona en 23 puntos. También hizo evidente el pozo que supone la Primera Andaluza y la necesidad de que, desde la Federación, se tomen medidas al respecto.

El partido de vuelta tuvo poca historia. Si en la ida en el Nuevo Ramos Yerga el Rinconada había gozado de ocasiones para obtener un mejor marcador, incluso se había quejado del árbitro, Bonada Gómez, en este partido, con Rubio Fernández como colegiado principal de la contienda, no hay nada que reprochar, salvo la diferencia, más que de calidad, de físico, entre ambos equipos.

Raúl Carmona había trabajado durante la semana para alentar a la tropa. “Hasta el rabo todo es toro”, se había repetido hasta la saciedad, pero lo cierto es que los números contradecían las esperanzas rinconeras, reflejando cero derrotas en su feudo para el Betis, a lo que se unía la necesidad de ganar por tres goles de diferencia. El entrenador rinconero salió con casi todo lo que tenía disponible, poniendo a Cuevas, Peluqui y Sedeño. Jugadores de importancia capital, como Ángel, Sergio o Luis Cubero no estaban por lesión, uniéndose a Benítez y Segura, lo que dejaba un centro del campo cogido con pinzas a los rinconeros.

El partido tenía poco que contar. El Betis C jugaba a medio gas, un poco apático y al Rinconada, entre la diferencia en el marcador, las bajas, el escenario y la temperatura, no le daba para más. Los minutos iban pasando sin que pasara nada, pero, al igual que en toda la temporada, el Betis C daba picotazos que eran mortales de necesidad. Así, en el 36, Dani Álvarez batió por bajo a Álex Arenas, adelantando a los locales, que pondrían más tierra de por medio antes del descanso, con un gol de Gonzalo del Castillo, que aprovechó la falta de contundencia de la defensa para hacer el gol, tras una parada del arquero a Dani Álvarez.

En el descanso ya le pesaban las piernas a los visitantes. La temperatura se elevaba a los 40 grados en el césped y la diferencia de preparación en lo físico, se hacía más evidente. Raúl Carmona trataba de mover rápido el banquillo, aprovechando los cambios volantes para oxigenar todo lo posible al equipo. El Betis C, por su parte, jugaba a que no pasara nada y dejar transcurrir los minutos, en una cuenta atrás para un ascenso que, ya por entonces, si no antes, estaba asegurado. En el 65, Pablo Martínez hizo el 3-0 y, en ese momento fue cuando en el banquillo visitante, por primera vez, se bajaron los brazos. El técnico relevó a Sedeño, que tiene que ser pieza angular la próxima temporada, también a David Cuevas y el partido se fue muriendo sin nada que comentar.

Tras el pitido final, el Rinconada agradeció a sus aficionados el apoyo durante toda la temporada. Caras serias en los rinconeros que, aunque dolidos por quedarse a las puertas del ascenso, valoraban la gran temporada realizada y cuestionaban la desigualdad de condiciones para competir contra un rival con las potencialidades del Betis C. Peluqui lloraba sobre el césped tras anunciar su retirada de los terrenos de juego y sus compañeros y rivales lo felicitaban por su trayectoria; Fran Martínez y Nando de la Rosa despedían la espectacular retransmisión que se ha marcado Radio Rinconada durante los Play Off, mientras Iván Salgado, en un césped en el que se rondaban los 45 grados, se afanaba en entrevistar a Álex Arenas y Manu Gallardo.

Así transcurrió la vuelta de la Final de los Play Offs para un Rinconada que se encontró en su primer año con el Villafranco de Diego Román, con un proyecto dopado económicamente, y que la campaña pasada se cruzó con otro gigante como el Dos Hermanas, y está campaña le ha tocado el Betis C. Seguramente, en una Liga con un sistema de ascenso más justo, el equipo blanquiazul ya había logrado el ascenso y obtenido el premio a su buen hacer futbolístico durante todo el curso, a pesar de grandes dificultades, como la marcha del presidente, José Casquet, mediada la temporada. El año que viene habrá más y mejor, aunque mejor que este año será muy difícil, aunque al final se ascienda. Enhorabuena.