La periodista presentó este martes en el CRAES el poemario ‘Algo llega para quedarse’, un compendio de sentimientos, una guía de tránsito y un conjunto de poemas libres y vivos sobre el sentir y el vivir para la reivindicación de la mujer desde lo bello. Forma parte de las actividades de Estación de las Letras en su parada otoñal
En ‘Algo llega para quedarse’ está Pepa Violeta. La mujer que es, que ha sido y que quisiera ser. La que se rompió y la que se abre nuevos caminos. Está la periodista, la fotógrafa con una mirada privilegiada. Está María José Jiménez Flor, que también es la experta en Estudios de Género y la galardonada en 2019 con el Premio a la Igualdad del Ayuntamiento de La Rinconada. Pero sobre todo están los poemas desde una forma actual y nueva de expresión, en la que la ya poetisa se parte, se recompone y comparte la belleza, el sentimiento, el tránsito, la lucha y la reivindicación, pero a la vez el querer y el quererse, la curación y el feminismo como modo de vida.
Porque, como afirmó la delegada municipal de Cultura, Raquel Vega, en la presentación del poemario de la periodista, “Pepa ha hecho del feminismo una forma de estar en el mundo”. La puesta de largo de esta publicación ha servido para “celebrar una victoria que es la de la voz y de la palabra”.
Como “la literatura en La Rinconada no es un mero adorno cultural”, sino “una herramienta de excavación, un mapa y un manual de instrucciones para la rebeldía”, este poemario ha recalado en la Parada Otoñal de Estación de las Letras a modo de “invitación a sentarnos juntas y repensarnos, a reconocernos vulnerables, pero también poderosas”, apostilló Vega en su introducción.
Una manera “distinta” de ver la vida
Con el CRAES expectante, y con Pepa sintiéndose “rara” por estar al otro lado como entrevistada en vez de entrevistadora, la autora habló de la escritura de ‘Algo llega para quedarse’ como “catarsis y desahogo”. De la mano del también periodista Sergio Moreno, explicó que comenzó a escribir “sin ninguna intencionalidad” unos poemas donde no hay métrica ni rimas en el sentido clásico “por salir de la norma”. Porque Pepa Violeta siente que cuando las cosas “no te gusta como son” y “te gustaría que cambiaran, tomas otro camino”. Y aunque como profesional de la comunicación conoce las técnicas de la poesía, quería llegar por otra vía. Su vía. “Una manera distinta de ver la vida”. Un camino por construir.
El título del poemario no es el de ningún poema de los que contiene, para “no dar protagonismo a ninguno por encima de los demás”. Pero sí es una declaración de intenciones. Porque cuando algo llega, “lo ideal es quedárselo y aprender del proceso de tránsito”. Sin pretensión de sentar cátedra, pero sí de compartir. Ejemplo de sororidad.
Lo hace como “invitación a vivir con una visión naif de la vida”, como apuntaba Moreno. Con enfoque infantil de amores, besos y bailes, pero también profundos de fines de ciclos, de cierres. De la preparación para el adiós, las despedidas y los finales. Certeramente recogido en un verso que dice que “entre tu cobardía y la mía estamos agotando cada una de las despedidas posibles que ya teníamos ensayadas”.
Este “poemario de prosa poética” tiene también “poemas espejo” que reflejan a quien escribe y a quien lee. “Porque son espacios comunes, porque transitamos por esas mismas emociones”, aunque “lo difícil es llegar a poder verbalizarlo”.
De ahí que el libro sea también una invitación a mantener una actitud valiente y a lanzarse sin miedo cuando “no se tiene más remedio que saltar”. Sin despreciar el miedo, que “nos puede ayudar a calibrar luego la caída”. ‘Algo llega para quedarse’ anima a dar el salto, “pero con arnés”.
Feminismo, igualdad y la relatividad del éxito
Habló Pepa en la presentación de feminismo, de igualdad, y de éxito. Los dos primeros necesarios. El tercero, relativo. Puso el foco en que, en la búsqueda de este último “queremos llegar al final sin haber vivido el proceso. Y lo más importante, que es vivir, te lo pierdes. Porque mientras vas planificando te vas olvidando de otras cosas”.
Con “los niveles de autoexigencia que solemos tener, especialmente las mujeres, no nos damos cuenta de que la belleza está en el día a día y en las pequeñas cosas”. Por eso sus poemas – o microrrelatos poéticos – ayudan a “entrenar la vista y el espíritu para para poder ver la belleza”.
Frases certeras trufaron la presentación, como que “escribir implica silencio y tener la barriga llena”, que hay que disfrutar de “la plenitud de sentirnos heridas para aprender a querernos”, que “el feminismo es transversal” y hay que estar alerta ante “los falsos aliados”, porque ya no hay “hombres con armadura” y “vestidos de azul”. Que la vulnerabilidad al amar no tiene género y que es “lo que nos hace humanos” y que en “la era de Tinder y las redes sociales, la armadura hay que quitársela y dejarla para otras cosas”.
Lejos de corsés impuestos y autoimpuestos, ‘Algo llega para quedarse’ es “una forma underground de reivindicarnos desde lo bello”. Una ópera prima madura, valiente y arriesgada. Donde Pepa Violeta se desnuda frente al mundo. Y que contiene “lo bonito de la poesía es no quedártela solo para ti, es compartirla y disfrutarla con más gente”.