Como cada 5 de enero, la Cabalgata de Reyes repartirá caramelos y alegría a los niños y mayores que la esperan con ilusión en las calles de la localidad. En esta ocasión, el recorrido será inverso al del año pasado, por lo que la salida del cortejo se realizará en el
Centro Cultural Antonio Gala a las 16.00 horas y finalizará en el Centro Cultural de La Villa. Desde las 16.00 hasta las 18.00 horas habrá actividades infantiles en el bulevar Almonazar en espera de la llegada del Cortejo Real.

"Nuestros vecinos y vecinas seguirán teniendo a su disposición el servicio extraordinario de autobús lanzadera para desplazarse entre núcleos sin tener que utilizar sus vehículos propios", adelanta Gallardo.

El recorrido que hace la Cabalgata es de alrededor de cinco kilómetros y medio durante seis horas, a una velocidad de un kilómetro por hora. El año pasado se estrenaron nuevas carrozas y, en esta ocasión, los tronos de Sus Majestades llevarán nuevos diseños, que junto a la carroza de la Estrella que estrenó diseño el año pasado, completa la temática de tronos basados conceptualmente en los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Las carrozas han sido diseñadas y construidas por el artista local Ángel Antonio López Muñoz.

Como viene siendo habitual, la Estrella de la Ilusión será la encargada de la apertura del cortejo, seguida por los tronos reales y las carrozas infantiles como Hotel de monstruos, Flower power, Planeta Marte, Super Chef, Lego Rinconada, Los Piratas o Bosque animado, que acogerán a más de 120 niños y niñas. A esto hay que añadir el dispositivo humano involucrado en la Cabalgata que suponen 150 personas entre trabajadores municipales, empresas, voluntarios, incluidas la logística de cada Rey a los que hay que sumar el resto de adultos que se transforman en personajes del Cortejo. En total alrededor de 350 personas que contribuyen a repartir ilusión y regalos para toda la familia.

No faltarán los regalos y caramelos. Así, se van a tirar unos 6.000 kilos de caramelos, 20.000 unidades de Aspitos y Gusanitos, 24.000 balones de plástico y unos 6.500 regalos como peluches, juguetes o balones de cuero, entre otros. Además, un año más se apuesta porque los caramelos oficiales que se repartan no contengan gluten, iniciativa que el área ha puesto en marcha para defender a los niños y niñas que sufren intolerancia alimentaria y poner al alcance de la ciudadanía una Cabalgata más accesible.