La legalización de Tarazona y el reconocimiento administrativo de una realidad existente desde principios de los 70, sigue adelante con el impulso y espaldarazo que al proyecto dio el Pleno del Ayuntamiento al aprobar provisionalmente el plan de reforma interior. Con este documento urbanístico, la Junta de Compensación formada por los propietarios tendrá ahora que redactar el proyecto de urbanización y dotaciones con el que esta zona ahora clasificada como ‘huertos familiares’ y en la que hay poco más de 700 parcelas, tendrá consideración oficial de residencial.
Ése es el objetivo del Gobierno local, quien desde la firma de los convenios con los propietarios en 1998 viene realizando un intenso seguimiento a los procesos que cada uno de los asentamientos de la periferia tienen que cumplir para legalizar por completo su situación y del que es punta de lanza ‘La Jarilla’ ya en obras de urbanización.
 

El desbloqueo del plan de Tarazona viene después de cuatro años de gestiones. Su ubicación próxima al aeropuerto ha sido uno de los más importantes escollos con los que propietarios y Ayuntamiento han tenido que lidiar, dados los informes negativos en origen vinculantes que la Dirección General de Aviación Civil emitió sobre el 80 por ciento del espacio a legalizar.
Los informes jurídicos municipales y la demanda legal de los propietarios, consiguieron desbloquear la decisión quedando ésta en manos del Ayuntamiento, quien procedió de inmediato a su aprobación.
Así las cosas, los vecinos allí residentes cuentan «con cuerpo legal que garantiza que tras las obras de dotaciones públicas y de servicios tendrán clasificación urbana, se legalizarán sus construcciones y Tarazona tendrá todas las garantías residenciales», concluye el edil de Urbanismo, Antonio González.