Un año tranquilo. Eso parecía la temporada para un San José que, cuando ganaba en Lebrija al Antoniano, incluso se permitió el lujo de soñar. Pero se ha dado de bruces con la cruda realidad. Ni una sola victoria desde entonces y el equipo cada vez con mayores problemas. Aún no está en zona de descenso pero, por el camino que lleva, o cambia la dinámica o los puestos que mandan a Primera Andaluza serán una realidad más pronto que tarde.

Ante el Coria, uno de los ‘gallitos’, el San José jugó como acostumbra. Dando buen trato al balón, no perdiendo la cara ante su rival, pero mostrando carencias, sobre todo en ataque, donde el equipo sigue inoperante. El cuadro de la ribera del Guadalquivir tampoco demostró credenciales en el Anexo. Orden defensivo y pléyade de estrellas a base de talonario para la categoría en la que se encuentra. Un gol de Cissé, en el 43 de la primera parte, y a dormir el partido para gestionar el resultado.

Lo que pasa es que al San José, cuando le hacen gol, parece que se le funden los plomos. Los de Dioni Arroyo lo intentaron, pero sin profundidad y sin verdadero peligro. Y eso que tuvieron un tiro al palo, obra de Antonio Cruz, pero fue en una jugada a balón parado porque lo que es hilvanar, sólo una jugada de Cristian que no acabó en gol por poco.

Con esta derrota se encienden todas las alarmas, y la semana que viene toca Chapín para verse las caras con el líder, el Xerez Deportivo F.C que, a buen seguro, va a poner las cosas muy difíciles a los de Dioni Arroyo.