El Rinconada comenzó su periplo en la Segunda andaluza con derrota ante un buen Pilas que, de la mano de José González, ‘Ché’, quiere ser otro de los aspirantes al ascenso. Los de David Sánchez, con bajas sensibles como las de Joserra, Velázquez o Zeus, empezaron jugando de tú a su rival, incluso se adelantaron en el marcador tras una falta de entendimiento entre la defensa y el portero que aprovechó Abel Pando para marcar a puerta vacía. Poco después, el propio delantero rinconero pudo hacer el segundo, tras un remate de cabeza, también con el portero batido, que se fue fuera por poco.

Pero los locales ganaban cada vez más metros. ‘Ché’ movió el banquillo de forma inteligente e introdujo al corpulento Alfonso, que fijo bien a los centrales y facilitó los movimientos de la segunda línea de los de Manuel Leonardo Ventura. En el alargue del primer tiempo, el Pilas empató, tras una vaselina que tocó el larguero y botó claramente dentro de la portería. Sin embargo, ni el trencilla ni su auxilia entendieron lo mismo, y entre la sorpresa y el enfado del público, se indicó el camino de los vestuarios con el 0-1 en el marcador.

En la segunda parte cambiaron diametralmente las tornas. El Pilas salió muy enchufado y el Rinconada parecía fundido, presa del sofocante calor que había en el césped del coliseo pileño. Las ocasiones empezaron a sucederse y, en una desaplicación defensiva, Chiki puso las tablas en el marcador. El Rinconada trató de mover el banquillo, pero los reservas no aportaron nada. David Cuevas estaba desaparecido y los blanquiazules demasiado espesos. En una de éstas, el Rinconada perdió un balón que dio paso a una vertiginosa contra local conducida por Javi Mazas, que fue derribado por Sergio, indicando penalti el colegiado y enseñándole la segunda amarilla al defensor, que dejó a su equipo con diez. Gabriel transformó la pena máxima y dio la vuelta al marcador.

De ahí al final, el Rinconada lo intentó con más corazón que cabeza, a la par que los de ‘Ché’ controlaban el balón y no sufrían en exceso. Los rinconeros estaban exhaustos y sin ideas, y así el partido fue muriendo hasta el pitido final, que deja a los de David Sánchez con cero puntos en su casillero, antes de estrenarse como locales en el Nuevo Ramos Yerga.