Los más escépticos hablarán de suerte y los más optimistas de fe y de nunca bajar los brazos, pero la realidad de todo eso es que el Rinconada, por cuarta vez en lo que va de temporada, resolvió su partido ante el Mosqueo en el alargue, manteniendo el pulso con Pilas y Puebla, que parecen ser los equipos destacados en la cabeza para pelear por las dos plazas de ascenso.

A pesar de la irregularidad del Mosqueo en los últimos años, ganar en el Marismas no era fácil. El propio Rinconada llevaba diez años sin hacerlo, lo que daba una idea de lo complicado que resultaba el partido.

Desde el comienzo, los jugadores de David Sánchez trataron de lograr el triunfo, aunque sin dejar huecos atrás, sabedores de que un empate, no era del todo mal resultado. El dominio era alterno, los aurinegros trataban de agradar a sus aficionados y los rinconeros hacer honor a su situación en la tabla, pero el gol no llegaba y el partido estaba condenado al empate inicial.

Aunque, como ya casi es costumbre en el Rinconada, el alargue sería decisivo para el devenir del choque y, en la última jugada del partido, Luis Benito, que había comenzado como suplente, lograba el gol de la victoria para los rinconeros que mantiene la pugna de su equipo con el Pilas y el Puebla (que el domingo se dejó dos puntos en casa ante el Albaida).