La Hermandad de la Salud tuvo que adelantar su recogida por las precipitaciones, que impidieron al Perdón salir a la calle. Normalidad en los recorridos de los Dolores y el Resucitado
La Crónica de Javier Vázquez
Comenzó la Semana Santa en la localidad, el Domingo de Ramos, en las
parroquias del municipio, con el acto de la bendición del olivo y la posterior
misa de celebración del comienzo de la Semana de Pasión.
Tras esto, también tuvimos el Lunes Santo, el traslado del paso de Nuestro
Padre Jesús Nazareno, mientras el titular cristífero de la Hermandad de la
Salud, esperaba en la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, para ser
entronizado en su paso procesional.
Cuando éste llegó a la Parroquia, el Señor Nazareno fue subido al mismo,
quedando a la espera del Miércoles Santo, cuando la Hermandad realizaría su
estación de penitencia.
Se despertó un Miércoles Santo nuboso, la Hermandad de la Salud celebró una
misa a de preparación para la estación de penitencia a la cual acudieron muchos
hermanos, que procesionarían esa misma tarde junto a los titulares.
Tras esta misa, quedaron citados los nazarenos a las 19:00h de la tarde en
la Parroquia de la localidad, para el reparto de cirios y insignias, entre
otros quehaceres, como el rezo de antes de la salida. Por otra parte, los
costaleros fueron citados a las 18:00h de la tarde, en la esquina de Carretera
Nueva, en el conocido Bar ‘El Rancho’, para repartir los relevos y dar las
últimas indicaciones por Patricio Mulero, antes de la salida procesional.
Llegó la hora, y ante las adversidades climatológicas, la Hermandad de la
Salud, decidió poner su Cruz de Guía en la calle, aunque mientras saliese el
cortejo, chispease levemente en los alrededores de la Parroquia. Fue cuando el
Señor estaba bajo la puerta, el momento en que comenzaron a abrirse paraguas en
la plaza. Aun así, la Hermandad decidió seguir con su procesión.
Tras la salida del palio, parecía haber amainado la lluvia, la cual volvió
a aparecer, cuando María Santísima de la Salud llegó al final de Julia Palomo,
para no desaparecer hasta que la Hermandad estuviese dentro de la Parroquia al
completo.
Decidió la corporación del Miércoles Santo, volverse de recogida, justo
cuando la Cruz de Guía, alcanzaba la Calle Jesús Nazareno, y con mucha
celeridad, fueron entrando los pasos, primero, el Señor, y tras él, la Virgen,
la cual tuvo un relevo justo antes de la entrada, que aumentó el tiempo que
María Santísima de la Salud, estuvo en las calles.
De esta forma, terminó un Miércoles Santo, en el que la Hermandad de la
Salud intentó salir a las calles de la Rinconada, a repartir Salud, como su
nombre indica, pero la meteorología no permitió que el sueño saluita de
consumase de nuevo.
El Viernes Santo, desde la Iglesia de San José, tenía previsto realizar su
salida procesional a la Hermandad del Perdón, con el Santísimo Cristo del
Perdón y María Santísima en su Mayor Dolor.
Muchos preparativos desde bien temprano, en el que el día amanecía con un aspecto soleado en el cielo. Aunque, poco a poco, fue nublándose y cada vez, parecía más difícil, que la Hermandad de San José de la Rinconada, pudiese realizar su estación de penitencia
.
Teniendo a las 19:00h su salida, decidieron pedir una prórroga de tiempo,
para poder volver a mirar los partes meteorológicos y de esta forma poder salir
a las calles de la localidad. Pero todo quedó truncado cuando pasada esa
prórroga de tiempo, los partes de meteorología, continuaban presagiando lo
mismo.
La Hermandad decidió no realizar su estación de penitencia, y de esta forma
dar por cerrado un Viernes Santo, en el que los devotos se tuvieron que
conformar con esperar otro año para poder ver su hermandad por las calles.
Al día siguiente, pudimos ver mejores noticias desde AEMET, que presagiaba
para el Sábado Santo solo un 30% de probabilidad de chubascos débiles en la
ciudad de Sevilla, lo que nos hizo pensar que disfrutaríamos de un Sábado Santo
con la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Misericordia en la calle.
La capilla tuvo mucho público esa misma mañana, para ver los pasos
procesionales, y así sus exornos florales, que fueron colocados el día anterior
por la mañana, siendo estos colocados por las personas que integran la Hermandad.
Como novedad, el Señor lucía unos hachones morados, en vez de tiniebla, como venía
haciendo.
Citados los costaleros, repartidos los relevos y organizada la cofradía,
decidieron ponerse en las calles. Todo fue correctamente, con una pequeña
incidencia, que ocurrió en el paso del Señor, ya que la tablilla de la cruz
comenzó a descolgarse poco a poco, quedando este problema solventado en la
calle Rosal.
Podemos destacar de este Sábado Santo, la despedida del martillo de
Fernando de la Rosa, el cual deja al Señor de la Misericordia y, por otra
parte, la recogida de la Virgen, la cual desató las emociones del público allí
presente.
Terminaba la Semana Santa de la Rinconada, con la Hermandad de la
Resurrección, desde la Parroquia Virgen de las Nieves, y que, con mucho público
allí presente, salió el Santísimo Cristo de la Resurrección, el cual se puso en
las calles con un leve goteo de lluvia. Este frente pasó cuando el Señor llegó
de nuevo a la Plaza de España, para continuar con su recorrido bajo un sol que
se reflejaba en el rostro del Señor.
Vivimos también otra retirada de un capataz, Francisco Gómez Álvarez, ‘Matito’, que dejaba, tras más de 25 años, el martillo del Santísimo Cristo de la Resurrección en un día que dejó lleno de fe a todo rinconero que acudiese a él.