Deportes |
El San José golea al Cabecense y suma su segundo triunfo en División de Honor antes de visitar Espiel, donde los hombres de Maldonado intentarán sumar por primera vez en la campaña lejos del Felipe del Valle
El San José sumó su segundo
triunfo de la temporada ante un Cabecense que sólo esgrimió su condición de ‘gallito’
de la categoría en algunas fases del partido. En un torneo donde prima la
regularidad, el ser capaz de lo mejor y lo peor, como le ocurre a los
cañameros, no es buen compañero de viaje en esta División de Honor, pero ante
los de Manuel Luque salió cara y, por ello, los azulinos viajarán a Espiel la
próxima semana con más moral y más aire, en busca de estrenar su casillero de
puntos lejos del Felipe del Valle.
Ante los rojinegros, El San José
empezó a verlas venir, con dominio alterno y ocasiones por ambos bandos. La
suerte se alió con los de Maldonado con un penalti sobre Pedro Varona que
transformó Guti, para poner en ventaja a los locales. Pero a partir de ahí, el
cuadro de Las Cabezas fue un ciclón, con numerosas llegadas que desarbolaban a
los azulinos. El empate no llegó porque Sebas, que cuajó un gran encuentro, o
Ismael, que sacó un balón bajo palos, lo impidieron, pero el Cabecense lo
mereció, aunque al descanso se llegó con el tanteo de 1-0.
En la segunda parte, los visitantes
lograron pronto el empate, por medio de Elías, lo que preocupó a la parroquia
cañamera para la que, viendo el nivel de juego de los de Manuel Luque, veían
peligrar ya no la victoria, sino el sumar algo positivo en el partido. Sin
embargo, el Cabecense se paró y bajó el dominio abrumador que registraba. El
San José tomó el pulso al partido y volvió a adelantarse en el marcador gracias
a otro penalti que, en este caso, transformó Lobo. Todavía habría un tercero,
que el árbitro no pitó pero que fue incluso más claro que los anteriores.
Con el 2-1 el Cabecense volvió a apretar y a dominar la pelota, pero ya no desarbolaba ni llegaba con claridad a la meta de Sebas, que volvía a la titularidad. Era un dominio más tímido que permitía al San José vivir tranquilo y esperar la oportunidad de matar el partido a la contra. Pudo hacerlo Juan, que falló un mano a mano, pero el que acabó marcando, ya en la recta final, fue Kisko, que había entrado desde el banquillo y se estrenaba esta campaña. En el alargue, el propio Juan, enmendó su error anterior, y sumó el cuarto para los cañameros, que dieron lustre en el electrónico a un partido más igualado de lo que refleja el marcador pero que sirve para poder entrenar más tranquilo durante la semana en busca del gran tesoro de la regularidad en las semanas venideras.