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La postrera derrota ante el Mairena se lleva por delante al técnico del ascenso después de ocho partidos en los que el equipo sólo ha sumado tres puntos con cuatro derrotas en el epílogo de los encuentros
Se puede ser condescendiente y
opinar que la mala suerte se ha cebado con el Rinconada en este inicio de
Campeonato, o se puede ser crítico y decir que los partidos duran 90 minutos
más el alargue, no 85. Pero bondades o maldades aparte, la única realidad es
que el cuadro blanquiazul suma tres puntos de veinticuatro posibles y que los
rectores de la entidad, después de la derrota ante el Mairena, dijeron basta y
actuaron para revertir la situación por el lado más débil de la cuerda, el que
siempre se rompe, el del entrenador, cesando en su cargo al técnico del ascenso
David Sánchez. El fútbol no tiene memoria. No puede tenerla. Tan pragmático que
si no quieres hundirte en la tabla y que cuándo tengas que reaccionar sea
demasiado tarde, tienes que dar un giro de timón. Tan cruel que pequeños
detalles quiebran un proyecto que, resultados al margen, había demostrado que
podía competir con la exigencia de la categoría.
El Rinconada ha jugado ocho
partidos en esta Primera Andaluza. Ganó al Pilas, su único triunfo hasta la
fecha, y perdió todo lo demás. Fue inferior al Pedrera (2-0) y al Bellavista (3-0),
se durmió y reaccionó tarde ante el Estrella San Agustín (2-3), se dejó
remontar al final tras hacer lo más difícil ante el Villafranco (3-2) y cedió
tres partidos por la mínima en el ocaso de los duelos, cuando en el cómputo
global había merecido mejor suerte. Frente a la Rociera en el debut (0-1), ante
el Lora en la segunda jornada (1-0) y en el choque que provocó el desenlace, en
el último duelo ante el Mairena en casa (0-1), con un gol alcoreño en el minuto
96.
El resumen de este último envite
es la crónica del Rinconada en la presente campaña. Mejor que su rival durante
gran parte del choque, fallón en la finalización, perdonando en exceso, y con
errores defensivos que penalizan el trabajo realizado a lo largo de todo el
partido.
Tras
una primera parte con poco fútbol por parte de ambos equipos, en el que lo más
destacado fue la lesión de Joaquín, que acabó escayolado, desde el inicio de la
segunda mitad, los rinconeros comenzaron como un auténtico vendaval, asediando
una y otra vez la portería alcoreña aunque, eso sí, con poco acierto y peligro,
lo que, de nuevo, hacía volver a los viejos fantasmas de la falta de gol que
siempre acecha en los partidos que protagoniza el cuadro rinconero. Tras unos
minutos donde el Mairena volvió al ataque tímidamente, la Unión Deportiva
Rinconada, espoleada por la expulsión de Josué en el minuto 80, protagonizó un
completo monólogo siendo claro dominador del encuentro y el principal candidato
a conseguir los tres puntos en el Nuevo Ramos Yerga. Pero, como si de una
analogía de la temporada se tratase, de nuevo el destino tenía preparado otro
capítulo gris en la tarde rinconera. Tras los siete de alargue del colegiado de
la contienda, en el minuto 97, el cuadro visitante lograría montar una contra y
la única ocasión de la segunda mitad para asaltar la portería rinconera y dejar
completamente hundida a la parroquia rinconera. Tras el gol, la plantilla
rinconera se echaba al suelo de forma unánime, tratando de asimilar la enésima
injusticia que el fútbol había tenido con ellos. El ya ex-técnico
rinconero acabó soltando alguna lágrima al término del partido. Se quedó
durante 5 minutos en la valla cabizbajo, quizá presagiando el fatal desenlace
de su devenir en el club rinconero. Más tarde, en frío, escribía en sus Redes
Sociales una carta de despedida a la entidad del Ramos Yerga en la que
agradecía el trato a directivos, cuerpo técnico, plantilla y afición: “Asumo mi
total responsabilidad, cuidad a estos chavales, necesitan cariño, confianza,
apoyo y que creáis en ellos. Estoy totalmente convencido y deseo de todo
corazón que reviertan la situación y acabe con final feliz. Deseo toda la
suerte para mi sustituto”. Un sustituto que, de momento, no tiene nombre. Como
apunta el director deportivo de la entidad, Santi Aragón, “tenemos una lista de
nombres, algunos entrenadores que nos gustan están entrenando, otros se nos han
ofrecido, pero queremos afinar para traer lo que el equipo necesita y por ello,
teniendo en cuenta la premura que requiere la situación, queremos tomar la
decisión con calma”.
El tiempo dará o quitará razones,
y ojalá que, en cualquiera de los casos, deje al cuadro blanquiazul en Primera
Andaluza. Suerte al equipo, suerte a David Sánchez en su nueva vida y muchas
gracias por el trato dispensado durante el tiempo que ha sido el máximo
responsable rinconero.
El mejor en defensa: Moi. Aunque no tuvieron demasiado trabajo los
defensores rinconeros, el central, que acumulaba actuaciones muy discretas,
rindió a un muy buen nivel sobre el verde del Ramos Yerga.
Mejor en ataque: Oskita. Destacar alguien en ataque comienza a ser
realmente difícil en la Unión Deportiva Rinconada. El extremo rinconero cuajó
un gran partido, incisivo y vertical en ataque pero sin conseguir enlazar a un
compañero, quizá a un delantero que ni está, ni se le espera.
Vaya día: David Sánchez. El entrenador fue el gran damnificado tras el encuentro con la derrota.